
El presidente Donald Trump firmará esta semana una nueva orden ejecutiva para extender, por tercera vez, el plazo que obliga a la empresa china ByteDance a vender las operaciones de TikTok en Estados Unidos. El nuevo plazo será de 90 días, según confirmó la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Karoline Leavitt.
La medida forma parte de una estrategia que el mandatario ha reiterado desde su llegada al poder en enero, cuando inició un proceso de presión sobre la aplicación de videos cortos por supuestos riesgos de seguridad nacional.
“Como lo ha dicho en múltiples ocasiones, el presidente Trump no quiere que TikTok desaparezca del país. Esta prórroga permitirá seguir trabajando para garantizar que los datos de los estadounidenses estén protegidos”, declaró Leavitt en un comunicado oficial.

La empresa matriz de TikTok, con sede en Beijing, tenía como fecha límite el 19 de junio para completar la venta de su filial estadounidense. Esta obligación está estipulada en una ley de seguridad nacional que fue ratificada por la Corte Suprema de Estados Unidos poco antes de la segunda investidura presidencial de Trump.
Dicha normativa contempla sanciones para plataformas de descarga como Apple y Google, así como para los proveedores de internet que continúen permitiendo el funcionamiento de TikTok si no se concreta la venta a una empresa con sede en Estados Unidos. Las posibles sanciones incluyen el bloqueo de acceso en tiendas virtuales y la imposibilidad de distribución legal de la app en el país.
El cronograma original establecía el 19 de enero como fecha final para que ByteDance cumpliera con la ley, pero al asumir su segundo mandato, Trump emitió una orden ejecutiva que aplazó la decisión hasta el 5 de abril. Un día antes de ese plazo, el presidente extendió nuevamente la fecha límite, en un intento de facilitar las negociaciones entre las partes interesadas.

Entre los potenciales compradores del negocio estadounidense de TikTok figuran el gigante tecnológico Oracle, la empresa de marketing móvil AppLovin, y un consorcio liderado por el multimillonario Frank McCourt, llamado Project Liberty.
Sin embargo, hasta el momento no hay confirmación oficial sobre si alguna de estas ofertas cuenta con el visto bueno del gobierno chino, lo que representa un obstáculo clave para el avance del proceso.
El portavoz de ByteDance en Estados Unidos no se ha pronunciado sobre esta nueva extensión, pero fuentes cercanas a las negociaciones señalaron que la compañía sigue evaluando diferentes vías para cumplir con la ley sin comprometer su modelo de negocio global.
Antes de que Trump firmara la primera orden ejecutiva, TikTok fue brevemente retirada de las plataformas de descarga en Estados Unidos.

Durante un día, la aplicación dejó de estar disponible en el país, y tanto Apple como Google la eliminaron de sus respectivas tiendas virtuales. Posteriormente, y tras el anuncio del presidente, la app fue restaurada en febrero, aunque en medio de tensiones legales y diplomáticas.
En una entrevista con NBC News en mayo, Trump adelantó que firmaría una nueva extensión si las negociaciones no llegaban a un cierre. La promesa se concretó este martes 17 de junio, con la firma de una tercera prórroga que extiende el debate sobre el futuro de la plataforma.
El Gobierno estadounidense ha insistido en que el principal motivo para exigir la venta de TikTok en EE.UU. es la protección de la información personal de los ciudadanos frente a posibles accesos por parte del gobierno chino.
Aunque la empresa ha negado reiteradamente que comparta datos con Pekín, las autoridades estadounidenses consideran que, mientras ByteDance siga siendo propietaria, existe un “riesgo inaceptable”.