¿Es cierto que hay que esperar a nadar después de comer?
La ciencia: De niños, muchos de nosotros nos vimos obligados a enfrentarnos al temido dilema: comer un capricho veraniego y esperar 30 minutos antes de unirnos a nuestros amigos en la piscina, o no hacerlo para no perder tiempo de baño.
Sin embargo, según los expertos, esta norma, heredada de nuestras madres y abuelas y destinada a evitar que nos ahoguemos, es un mito muy extendido.
No se conoce que aumente el riesgo de ahogamiento después de comer, “tanto si nadas por diversión como si eres un atleta profesional”, afirma Chris Whipple, enfermera titulada y miembro del Consejo Asesor Científico y del Subconsejo de Deportes Acuáticos de la Cruz Roja Americana.
Según datos de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, el ahogamiento es la principal causa de muerte entre los niños de 1 a 4 años, y la segunda causa de muerte por lesiones no intencionadas entre los de 5 a 14 años.
Y, según demuestran las investigaciones, los accidentes y lesiones relacionados con el agua, o problemas de salud como convulsiones, desmayos o calambres, pueden conducir al ahogamiento.
Los calambres musculares relacionados con el ejercicio suelen estar asociados a la fatiga neuromuscular, que puede deberse a una actividad repetitiva y prolongada, entre otros motivos, señala una revisión.
Una teoría destinada a desaconsejar la natación después de comer era que, cuando una persona come, la sangre se desvía de los músculos al tracto gastrointestinal para ayudar a metabolizar los alimentos, dejando esos músculos susceptibles de sufrir calambres lo suficientemente graves como para que esa persona no pueda nadar.
O quizá al revés: que una actividad física como la natación pueda desviar sangre del tracto digestivo, donde se utiliza para digerir los alimentos, a los músculos, provocando náuseas y vómitos, explicaron los expertos.
“Pero la cantidad de sangre que se desvía es bastante mínima”, dijo Michael Levine, profesor asociado de medicina de urgencias de la Universidad de California en Los Ángeles. Por eso, el riesgo de lesiones graves relacionado con comer antes de nadar “es esencialmente nulo”, añadió.
Los expertos señalan que no existen recomendaciones de la Cruz Roja, los CDC, la Organización Mundial de la Salud u otras instituciones médicas o de seguridad de primer orden sobre esperar a nadar después de comer.
Un puñado de estudios realizados en la década de 1960 examinaron si comer antes de una actividad física como correr o nadar afectaba al rendimiento atlético. En uno de los estudios, 24 nadadores ingirieron una pequeña comida y esperaron varios periodos de tiempo, de 30 minutos a dos horas, antes de nadar una milla en estilo libre.
Ninguno experimentó efectos adversos por comer antes de nadar. De hecho, según los expertos, los atletas, incluidos los nadadores, necesitan comer para alimentar su cuerpo.
Matthew Badgett, médico internista y pediatra especializado en medicina del estilo de vida en la Clínica Cleveland, dijo que ha experimentado, y cuando come una pequeña comida antes de nadar, se siente mejor en el agua. “Siento que soy capaz de nadar más rápido y durante más tiempo”, dijo.
Aunque comer antes de nadar no suele ser motivo de preocupación, hay otras precauciones que la gente debe tomar durante las actividades relacionadas con el agua, según los expertos.
- Tome precauciones adicionales con los niños. Enséñeles a nadar, vigílelos de cerca cuando estén en el agua o cerca de ella y anímelos a llevar chalecos salvavidas, sobre todo cuando practiquen deportes acuáticos. Además, aprenda primeros auxilios y RCP en caso de emergencia, según los CDC.
- Manténgase hidratado. La deshidratación puede producirse incluso en el agua, y puede causar mareos y aturdimiento, fatiga y calambres musculares, entre otros síntomas.
- Manténgase fresco. Permanecer al aire libre con calor durante largos periodos de tiempo, sobre todo mientras se realiza actividad física -incluso nadando-, puede provocar enfermedades causadas por el calor, como insolación, agotamiento por calor, calambres por calor y sarpullido por calor. Esto puede suponer un riesgo sobre todo cuando se nada cerca de la superficie, se realizan esfuerzos y se entra y sale del agua, explica Levine.
- Evite el alcohol. Beber alcohol aumenta el riesgo de ahogamiento, ya que afecta al equilibrio, la coordinación y el juicio, y puede llevar a comportamientos más arriesgados, según los CDC.
El alcohol también puede aumentar el riesgo de quemaduras solares graves, debido a la deshidratación, la falta de juicio a la hora de aplicar adecuadamente el protector solar y, posiblemente, una reacción fisiológica del organismo que puede hacer que la piel sea más susceptible de sufrir daños, según las investigaciones.
En la mayoría de los casos, comer antes de nadar no supone un riesgo notable de ahogamiento, según los expertos.
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