
El Departamento de Justicia de Estados Unidos anunció el cierre de cuatro sitios dedicados al abuso infantil en la dark web, una operación internacional que permitió desarticular una red conformada por más de 120.000 miembros y asegurar millones de archivos de contenido ilegal.
Las acciones, denominadas Operación Grayskull, resultaron en al menos 18 condenas de individuos señalados como líderes o facilitadores de estas actividades delictivas.
La Operación Grayskull se inició en 2020 tras la detección de un inusual aumento de tráfico hacia una plataforma sospechosa de alojar material de abuso infantil en la parte oculta de internet.
El seguimiento llevó a identificar sitios que, según un funcionario del FBI, alcanzaron por momentos “más de 100.000 visitas en un solo día”, además de albergar y distribuir material con millones de archivos ilegales.

Matthew Galeotti, director de la División Criminal del Departamento de Justicia, declaró a CBS News que el fenómeno supera cualquier previsión previa: “incluso para los fiscales resulta difícil comprender cuán extendido está esto. Como sucede en la dark web, la mayoría de la gente no se da cuenta. Es sumamente preocupante”.
Entre los arrestados figura William Spearman, conocido como “Boss”, a quien el Departamento de Justicia describe como “uno de los más importantes distribuidores de material de abuso sexual infantil del mundo”.
En noviembre de 2022, agentes del FBI, con una orden de registro autorizada por el propio director de la agencia, irrumpieron en la vivienda de Spearman en un suburbio de Madison, Alabama. El operativo empleó explosivos tácticos y concluyó tras una fuerte resistencia por parte del acusado, quien tenía a su alcance varias armas de fuego.
La relevancia del caso queda documentada en la sentencia y la acusación: “Los dispositivos en su escritorio contenían enormes cantidades de pruebas que demostraban que era el administrador principal de ‘Website A’”, reza un memorando judicial. Además, en esos dispositivos se almacenaba “una colección enorme de imágenes y videos con registros de violaciones y abusos a menores”.

Spearman aceptó los cargos en 2023 y fue sentenciado a cadena perpetua, en uno de los procesos que el Departamento de Justicia calificó de “más exitosos de todos los tiempos”. “Desmantelamos cuatro sitios que no han vuelto a regenerarse”, aseguró Galeotti.
Otro de los sentenciados fue Selwyn Rosenstein, condenado a 28 años de cárcel en 2022. Según los fiscales, Rosenstein administraba una plataforma descrita como “una gran comunidad activa de pedófilos y entusiastas del material de abuso”, que requería almacenar parte del contenido ilegal en un servidor utilizado para su propio negocio.
Matthew Garrell de Raleigh, Carolina del Norte, recibió una sentencia de 20 años tras comprobarse su rol en una conspiración “extremadamente compleja y tecnológicamente sofisticada que supera a los delitos habituales de explotación infantil”, de acuerdo a los documentos presentados por los fiscales. Entre las pruebas encontradas figuraba un “manual del depredador” con instrucciones detalladas para el acoso y abuso infantil.
Las acciones de la Operación Grayskull también abarcaron condenas de individuos en Virginia, Maryland, Indiana, Texas, Washington, Arkansas, Michigan y Oklahoma, todos señalados por ocupar puestos de liderazgo en la estructura de los sitios ilegales.
Chris Delzotto, subdirector adjunto en funciones del FBI, explicó que “formaban parte de una comunidad online de cientos de miles de personas, con roles de liderazgo, normas y un propósito común y dedicado”.

La dark web permitió a estos grupos operar fuera del alcance habitual de la ley, protegidos por sistemas avanzados de encriptación y el anonimato propio de estos entornos digitales. Para acceder y participar en estas plataformas, muchos usuarios debían pagar tarifas, colaborar en la moderación del sitio o, en otras ocasiones, contribuir con material de abuso.
Galeotti subrayó la importancia del equipo dedicado del Departamento de Justicia y el FBI: “contamos con fiscales y agentes muy sofisticados que trabajan específicamente en este tipo de casos y tienen una comprensión técnica superior. Los acusados, tan sádicos como pueden ser, también son sofisticados y emplean cifrado”.
Abbigail Beccaccio, jefa de unidad del FBI, explicó que la investigación inicial que permitió cerrar el primer sitio contribuyó al desmantelamiento de otras tres plataformas. Informó que el grupo que administraba uno de los sitios estaba detrás del funcionamiento de varias otras páginas de abuso infantil.
El Departamento de Justicia considera estos resultados un avance clave en la lucha contra la explotación infantil por internet, especialmente en esferas donde la detección y la acción judicial son más complejas. “Pocas personas hubieran imaginado cómo el material de abuso infantil permeó internet de la manera en que lo ha hecho hoy”, resumió Delzotto.