El Gobierno de Brasil anunció que mantendrá nuevas conversaciones con la Administración de Donald Trump tras la entrada en vigor del arancel del 50% impuesto por Estados Unidos sobre una parte de las importaciones brasileñas.
El ministro de Hacienda, Fernando Haddad, declaró a los medios que tiene programada una conversación el próximo miércoles con el secretario del Tesoro de EEUU, Scott Bessent, lo cual “oficializa el interés por conversar”, según dijo.
Según Haddad, “dependiendo de la calidad de la conversación, se puede desarrollar posteriormente una reunión de trabajo presencial con los ánimos orientados a un entendimiento entre los dos países”.
Haddad también mencionó que el paquete de medidas para apoyar a las empresas afectadas se finalizará hoy, aunque el anuncio estará a cargo del presidente Luiz Inácio Lula da Silva.
“Es un plan muy detallado para empezar a atender, sobre todo, a aquellos pequeños empresarios que no tienen alternativas a la exportación a EEUU”, manifestó.
El arancel, firmado la semana anterior por el presidente Trump, afecta al 36% de las importaciones que llegan desde Brasil, aplicándose a una variedad de productos que incluyen desde carne bovina hasta café.
Trump excluyó del arancel a una lista de cerca de 700 productos que representan el 45% de las importaciones brasileñas y a los que seguirá aplicándose un gravamen mínimo del 10% establecido en abril para la mayoría de países.
El 19% restante de las importaciones, como en el caso del acero y los vehículos, enfrenta aranceles sectoriales.
La aplicación del arancel del 50% ocurre durante una escalada de tensiones por el juicio contra el ex presidente Jair Bolsonaro (2019-2022) por un presunto intento de golpe de Estado. Esta fue una de las razones que citó Trump, aliado del ex mandatario, para justificar el arancel.
El magistrado Alexandre de Moraes, sancionado por el Gobierno de EEUU bajo acusaciones de violar derechos humanos, dictó el lunes el arresto domiciliario de Bolsonaro por incumplir las medidas cautelares establecidas previamente.
La prisión domiciliaria ha generado críticas entre la ultraderecha. El diputado Eduardo Bolsonaro, hijo del ex mandatario, expresó el martes que esperaba nuevas sanciones de Trump contra las autoridades brasileñas.