MIAMI.-La presencia de la banda criminal Tren de Aragua llegó a EEUU a partir de 2018, después de ejecutar acciones delictivas en Colombia, Perú y Chile, siempre bajo el amparo de millones de migrantes que huyeron de Venezuela de la crisis humanitaria y la persecución.
La estructura que por sus delitos logró generar más de 15 millones de dólares aproximadamente, un monto que para entonces fue 3,000 veces más grande que el PIB de Venezuela en 2022, ha logrado expandirse por varios países dejando evidencias sobre sus crímenes como el del teniente retirado venezolano Ronald Ojeda, en Chile, sino también sembrando confusión.
En EEUU, donde miembros del Tren de Aragua causaron terror en Texas y Nueva York, se ha puesto en duda su peligrosidad ante la dura política de deportaciones masivas de Trump, con la aplicación de la controvertida Ley de Extranjeros, y los traslados a la cárcel de El Salvador, así como sus nexos con agentes del régimen de Venezuela. Aún así, desde Venezuela no se da información sobre el grupo criminal.
“La reputación de la banda parece haber crecido más rápidamente que su presencia real en EEUU”, señaló un informe de la organización InsighCrimen, a finales de 2024.
Tren de Aragua, quiénes son
Una investigación periodística realizada por Ronna Rízquez reveló en 2023 cómo tres jóvenes reclusos en la cárcel de Tocorón, ubicada en el estado Aragua, gobernada entonces por el chavista Tarek El Aissami, formaron la banda criminal que fue creciendo ante la indiferencia de las autoridades.
Los procesados Héctor Guerrero Flores, apodado el Niño Guerrero y jefe de la banda y Yohan José Romero, conocido como Johan Petrica, se escaparon y nunca fueron capturados.
Se informó que este último se dedicó a dirigir una poderosa agrupación de extracción ilegal de oro en Las Claritas, ubicada en el sur de Venezuela, según InsightCrimen.
El tercero de los miembros fundadores, Larry Amaury Álvarez Núñez, apodado Larry Changa y lugarteniente de la banda transnacional, huyó de Chile en 2022 y fue capturado en Colombia en 2024, donde permanece en prisión, por asociación criminal y tráfico de drogas, señalan reportes periodísticos.
Falta de información
De acuerdo con la investigación, autoridades venezolanas nunca atendieron solicitudes de información hechas por países, como Chile, cuando intentaron saber en 2029 sobre la identidad de los sospechosos de la banda.
Un hecho que se habría repetido durante la investigación del asesinato del teniente Ojeda en 2024.
“La escasa colaboración entre las autoridades estadounidenses y venezolanas en materia de seguridad hace que sea casi imposible saber si una persona es un exrecluso o un presunto miembro del Tren de Aragua”, aseguró la organización que investiga la delincuencia organizada trasnacional.
FUENTE: Con información de InsihtCrimen, Libro el Tren de Aragua de la periodista Ronna Rízquez