MIAMI.- El histórico cónclave que reúne a 133 cardenales en la Capilla Sixtina, ya se puso en marcha este 7 de mayo para elegir al nuevo Papa como jefe espiritual de la Iglesia Católica y del Estado del Vaticano, a la luz orientadora del Espíritu Santo, de acuerdo con las creencias cristianas.
“Pedimos que elegir al papa que la Iglesia y la humanidad necesitan en este momento de la historia tan difícil y complejo”, dijo el cardenal Decano del Vaticano Giovanni Battista Re, al oficiar la misa previa a la primera reunión deliberativa.
Pero más que la elección del sucesor del Papa Francisco, la ardua tarea de los cardenales será discernir el verdadero rol de la Iglesia en conexión con el mundo actual, con visión universal y que no responda a ideologías, afirman Asdrúbal Aguiar, abogado e investigador seglar, y los sacerdotes Pedro Freitez Romero y Juan Lázaro Vélez González, de Florida.
Destacaron la importancia histórica de este Cónclave que se desarrolla, en medio de crecientes conflictos, regímenes autoritarios, y pobreza en el mundo, y el cual podría culminar con un “Habemus Papam” en menos de siete días, según se informó
Iglesia, discernimiento vertebral
Aguiar, quien adelanta una obra sobre Benedicto XVI, afirma que el Cónclave cardenalicio no puede reducirse a “dos tendencias” para la elección de “sucesor de la cátedra de Pedro” .
“La cuestión no es si se sostiene o no la predicada sinodalidad, pues la enseñanza evangélica es consistente: “Donde hay dos o tres reunidos en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos”, reza Mateo (18:20)”.
“Lo vertebral es discernir si la Iglesia se ha de parecer o no al mundo, y comportarse o no como si fuese una ONG de derechos humanos, a lo que cabe la misma respuesta evangélica: “Mi reino no es de este mundo; si mi reino fuera de este mundo, mis servidores lucharían para que no fuera entregado a los judíos”, consta en Juan (18:36)”, advierte.
Explicó que “todos transitamos por la Ciudad del Hombre”. “La Iglesia, de suyo, es el lugar para la evangelización y a partir de allí, el tiempo determina nuestro rito individual de paso. Ambas dimensiones son esenciales, el espacio y el tiempo. La una no es más importante que la otra”.
Papa sin responder a ideologías
El sacerdote de Miami Pedro Freitez Romero, por su parte, asegura, que con el Cónclave inicia el tiempo del Espíritu Santo para que los cardenales “sepan escoger y abran sus corazones”.
Y asegura que “aquí no vamos a elegir al sucesor del Papa Francisco, sino al vicario de Cristo, sucesor de los Apóstoles” lo que traduce como mantener la continuidad de la tradición apostólica y de la Iglesia.
“Nos estamos jugando el destino de la Iglesia y de la humanidad y la paz, frente a tantos conflictos, guerras, invasiones usurpaciones y trampas”, señala, al destacar que los desafíos que el nuevo papa debe enfrentar, entre ellos restaurar la fidelidad a la doctrina del evangelio, la unidad eclesial, dar el puesto y valor al derecho canónico.
“El papa no puede estar al servicio de una corriente ideológica, sino que su norte debe ser la proclamación del evangelio a todos los pueblos de la tierra. Y por eso recuperar la autoridad moral, coherencia de vida no puede dejarse infiltrar por corrientes ideológicas que dispersen la misión de la iglesia católica y su papel en el mundo”.
Al elegido “le tocará una papa caliente”
También el presbítero Juan Lázaro Vélez González opinó sobre la delicada misión de los 133 cardenales a elegir “en conciencia y con el Espíritu Santo” a un papa que “unifique la diversidad dentro de la Iglesia y, en concreción con los principios cristianos evangélicos, dé al mundo una verdadera respuesta y testimonio de Justicia, libertad y paz”
“No se puede tener en la sede vaticana a un dictador dogmático o a un socialistoide de consensos. Se necesita a un hombre con corazón de buen pastor que de la vida por sus ovejas”.
Tras indicar que el Papa Francisco “rompió estándares" y mostró el rostro de una Iglesia salida de sus “seguridades”, falta mucho por hacer.
“A este le tocará una papa caliente, porque debe dar seguimiento a los temas de abusos sexuales, el problema de sismo en Alemania y otros casos engorrosos”, considera.
“La Iglesia y la humanidad necesitan volverse a sí mismas con humildad y renacer con determinación a lo que debemos ser una gran familia humana en la diversidad cultural pero en la unidad del amor, paz, libertad y respeto a los derechos humanos fundamentales”, según dice.
FUENTE: Entrevistas a Asdrúbal Aguiar, sacerdotes Pedro Freitez y Juan Vélez González, con información de AFP