
El gobierno de Estados Unidos promulgó una nueva legislación fiscal, conocida como el “Big Beautiful Bill”, que introduce modificaciones significativas al sistema tributario a partir de 2025.
La medida, impulsada durante la actual administración, busca ampliar algunos de los recortes fiscales implementados en 2017 y sumar nuevas deducciones y beneficios para distintos segmentos de contribuyentes. Expertos en materia fiscal señalan que los efectos de la norma varían según cada caso y destacan la relevancia de realizar una adecuada planificación de ingresos.
La nueva ley hace permanentes varios elementos de los recortes fiscales aprobados en 2017. Entre las medidas extendidas se encuentran la reducción de los tramos del impuesto sobre la renta y el incremento de la deducción estándar.
A partir de 2025, la deducción estándar sube de USD 15,000 a USD 15,750 para contribuyentes solteros y de USD 30,000 a USD 31,500 para declaraciones conjuntas. Un informe de la organización Tax Foundation de 2024 advierte que, sin esta extensión, la mayoría de los declarantes habría enfrentado un aumento tributario en 2026.

John McCarthy, contador público autorizado, señaló en entrevista con CNBC, que con estos cambios “hay un punto óptimo para la deducción SALT entre USD 200,000 y USD 500,000 de ingresos, según otras disposiciones de la ley”.
También se produce un aumento en el crédito tributario por hijo, que ahora pasa de USD 2,000 a USD 2,200 por cada menor a cargo. Por otra parte, hay ajustes en la deducción de impuestos estatales y locales (SALT): para 2025, el límite se eleva de USD 10,000 a USD 40,000.
Esta deducción adicional se reduce gradualmente para quienes perciben ingresos entre USD 500,000 y USD 600,000, creando lo que algunos especialistas han denominado el “SALT torpedo”: una tasa marginal efectiva de 45,5% en ese segmento.
Jim Guarino, planificador financiero certificado y director en Baker Newman Noyes, explica que “hay muchas piezas móviles. De no planificar el ingreso, se pueden perder o reducir varios beneficios fiscales a los que se puede acceder”.

La ley recientemente firmada introduce nuevas deducciones temporales de aplicación desde el año fiscal 2025. Entre las novedades, destaca un “bono” de deducción de USD 6,000 para mayores de 65 años, deducción que se elimina cuando los ingresos superan los USD 75,000 para solteros y USD 150,000 para parejas que presentan declaración conjunta.
Asimismo, se prevén nuevas deducciones aplicables a ingresos por propinas, horas extra y pago de intereses sobre préstamos de automóviles, cada una con criterios específicos de elegibilidad. Guarino resalta la importancia de una estrategia integrada: “cuando se trata de planificación fiscal, nunca conviene analizar una medida de manera aislada”.
El gobierno de Estados Unidos mantiene sin cambios un aspecto sensible: el subsidio fiscal para la adquisición de seguros médicos en los mercados del Affordable Care Act (ACA). Durante la pandemia, el Congreso aprobó una ampliación del crédito tributario para primas, lo cual hizo más accesible el seguro médico para más de 22 millones de personas, según cifras de KFF, una organización especializada en políticas de salud.

Sin embargo, dicha ampliación vence en 2025, lo que podría generar aumentos en las primas de seguros médicos para los beneficiarios de la ACA, a falta de futuras medidas.
Tommy Lucas, consultor financiero en Moisand Fitzgerald Tamayo, advierte que en 2026 quienes superen en apenas un dólar el umbral de elegibilidad perderán el crédito tributario completo, fenómeno conocido como el “ACAsubsidy cliff”.
Actualmente, la mayoría de los afiliados al ACA reciben al menos parte de este crédito. Sin embargo, en 2026, sólo quienes se mantengan por debajo del 400% del nivel federal de pobreza seguirán accediendo al subsidio. El límite para una familia de tres es de USD 103,280 al año, según The Peterson Center on Healthcare y KFF.