
Una familia en California presentó una demanda contra una funeraria tras descubrir que el cuerpo colocado en el ataúd de su ser querido no correspondía al fallecido.
El hecho ocurrió en la funeraria Harrison-Ross Mortuary, ubicada en Compton, donde el personal habría vestido a un cadáver equivocado con el traje del difunto y, al ser confrontados, inicialmente negaron el error.
Amentha Hunt, sobrina del fallecido Otis Adkinson, de 80 años, relató que acudió a la funeraria para despedirse de su tío y se encontró con una escena desconcertante. “Era un hombre acostado en el ataúd con el traje de mi tío, pero no era mi tío”, dijo Hunt al canal KCAL News. “Simplemente lo miraba y pensaba: ‘No pudo haberse oscurecido tanto’”.
Otis Adkinson, originario de Memphis, Tennessee, falleció el 28 de febrero de 2025. Según su obituario, trabajó durante casi tres décadas como técnico de emergencias médicas (EMT) para Schaefer Ambulance Service en el sur de California, donde llegó a ser supervisor.

Sus familiares lo describen como un “buen hombre de campo”, amante de la pesca, los asados, el baile y fanático de los Los Angeles Lakers.
Según la demanda presentada, cuando Hunt alertó al personal, una empleada insistió en que se trataba de Otis Adkinson. Solo después de mostrar una fotografía del verdadero fallecido, la trabajadora admitió la equivocación y pidió unos minutos para solucionarlo.
La familia afirmó que debieron esperar más de tres horas hasta que finalmente colocaron el cuerpo correcto en el ataúd y pudieron proceder con la ceremonia fúnebre. Hasta ahora, no se ha identificado públicamente al hombre que fue colocado por error en el ataúd ni por qué vestía el traje de Otis Adkinson.
“El hecho de que los familiares entraran y vieran un cuerpo que no era el de su ser querido, y que la funeraria insistiera en que estaban equivocados, revela una clara falta de cuidado básico”, declaró el abogado Elvis Tran a KCAL News. “Necesitan mejorar sus procedimientos para que algo así no vuelva a ocurrir”.

La funeraria Harrison-Ross Mortuary negó los hechos y anunció que prepara una carta de cese y desista contra la familia Hunt. La empresa no ha ofrecido mayores explicaciones ni aclarado cuál fue la falla que condujo al incidente.
Hunt expresó que la experiencia la dejó emocionalmente afectada. “Duele. Todavía pienso en eso. Ver el cadáver equivocado... todavía puedo ver a ese hombre”, declaró.
Este incidente reabre el debate sobre los estándares de calidad en las funerarias de Estados Unidos y el trato respetuoso que deben recibir los difuntos y sus familias.
Errores en la identificación de cadáveres, como el ocurrido en Harrison-Ross Mortuary, pueden resultar no solo en demandas legales, sino en daños emocionales irreversibles para los familiares.
Se espera que la demanda avance en los tribunales y que se aclaren las circunstancias que condujeron a esta grave confusión en el velorio. Mientras tanto, la familia de Otis Adkinson busca justicia por lo que consideran un acto de negligencia e insensibilidad en un momento de profundo duelo.