
Un creciente cuerpo de investigaciones científicas está poniendo en el centro del debate a los emulsionantes, compuestos químicos ampliamente utilizados en alimentos ultraprocesados para mejorar su textura y consistencia.
Según un informe de CNN, estos aditivos, presentes en productos como helados, salsas y alimentos congelados, podrían estar relacionados con problemas de salud que incluyen inflamación intestinal, alteraciones en el microbioma y enfermedades metabólicas.
Aunque los estudios aún no son concluyentes en humanos, los hallazgos han generado preocupación entre expertos y consumidores. Los emulsionantes, como el polisorbato 80, la carboximetilcelulosa, la carragenina y el maltodextrina, son ingredientes comunes en miles de productos de supermercado.
Según CNN, investigaciones recientes sugieren que estos compuestos pueden alterar la composición del microbioma intestinal, dañar el revestimiento del tracto gastrointestinal y desencadenar inflamación, lo que podría contribuir a enfermedades como la colitis ulcerosa, el síndrome de Crohn e incluso ciertos tipos de cáncer.

Benoit Chassaing, investigador del Instituto Nacional de Salud e Investigación Médica de Francia, afirmó que existe una cantidad significativa de datos que indican que estos compuestos son perjudiciales para la microbiota y que deberían dejar de utilizarse. Sin embargo, subrayó la necesidad de realizar ensayos clínicos más amplios y ambiciosos en humanos.
El impacto potencial de estos aditivos no solo preocupa a los científicos, sino también a los pacientes que han experimentado mejoras significativas al eliminarlos de su dieta.
Lewis Rands, un científico genético que padecía una enfermedad inflamatoria intestinal severa, relató a CNN cómo cambiar su dieta para evitar que los emulsionantes transformaran su calidad de vida.
Rands señaló que los síntomas debilitantes, como dolor abdominal y sangrado, disminuyeron reduciendo tras eliminar los productos que contienen estos compuestos. Según el gastroenterólogo Ashwin Ananthakrishnan, del Hospital General de Massachusetts, muchos pacientes han reportado mejoras similares al realizar cambios dietéticos.

A pesar de estas experiencias y de los hallazgos preliminares, los expertos advierten que la evidencia científica aún no es suficiente para establecer una relación causal definitiva entre los emulsionantes y los problemas de salud en humanos.
Gran parte de las investigaciones se han realizado en modelos animales o en simulaciones del intestino humano en laboratorio. Además, no todos los emulsionantes tienen los mismos efectos, y algunas personas podrían ser más vulnerables que otras.
Incluso investigadores que han participado en estudios sobre estos compuestos reconocen que no se ha demostrado de manera concluyente que sean dañinos para los humanos, lo que dificulta la implementación de regulaciones más estrictas.
El debate sobre los emulsionantes también pone de manifiesto las limitaciones de los organismos reguladores. Según CNN, cuando estos compuestos comenzaron a incorporarse masivamente a los alimentos, la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA) no estaba enfocada en el microbioma, un campo de estudio relativamente reciente.

Martin Makary, designado por el presidente Donald Trump para liderar la FDA, mencionó en una audiencia del Senado que los ingredientes que afectan al microbioma merecen atención. Aunque no se refirió específicamente a los emulsionantes, destacó la necesidad de evaluar los efectos a largo plazo de estos compuestos.
El Departamento de Salud y Servicios Humanos de Estados Unidos (HHS) también ha comenzado a abordar el tema.
Según CNN, un documento preliminar elaborado por el HHS para respaldar la eliminación de colorantes alimentarios derivados del petróleo incluyó una sección sobre emulsionantes como la carragenina y la goma xantana. Sin embargo, el texto reconocía que se necesitaba más investigación para comprender completamente sus efectos.
El uso generalizado de emulsionantes en la industria alimentaria complica aún más la situación. Según datos del Grupo de Trabajo Ambiental, el polisorbato 80 aparece en las etiquetas de más de 2.300 productos, mientras que la carragenina está presente en más de 8.100, la maltodextrina en 12.769 y la goma xantana en 17.153.

Además, algunos emulsionantes tienen múltiples nombres, lo que dificulta su identificación por parte de los consumidores y los investigadores. Christine McDonald, investigadora de la Clínica Cleveland, señaló que esta falta de consistencia en la nomenclatura genera confusión y complica el seguimiento de estos compuestos en los alimentos.
A pesar de las preocupaciones, la industria alimentaria defiende el uso de emulsionantes. Sarah Gallo, vicepresidenta de políticas de producto de la Asociación de Marcas de Consumo, afirmó que estos compuestos desempeñan un papel importante en la mejora de la textura y consistencia de los alimentos y que han sido evaluados por la FDA mediante un proceso científico riguroso.
Sin embargo, cuando se le pidió a la asociación detalles sobre cómo la FDA ha analizado los efectos de los emulsionantes en el microbioma, no se proporcionó respuesta.
Mientras tanto, algunas marcas han comenzado a destacar la ausencia de emulsionantes en sus productos como un valor añadido. Por ejemplo, Häagen-Dazs promociona su helado de vainilla como libre de emulsionantes y estabilizantes.

Sin embargo, otras marcas bajo el mismo fabricante, como Drumstick, incluyen estos compuestos en sus productos. Según CNN, este tipo de contradicciones refleja la complejidad del tema y la falta de consenso en la industria.
En los últimos años, se han publicado estudios que refuerzan la preocupación sobre los emulsionantes. Una investigación de 2024 en la revista PLOS Medicine encontró una asociación entre el consumo de carragenina y un mayor riesgo de cáncer.
Otro estudio de 2023 en The BMJ vinculó el consumo de ciertos emulsionantes con un mayor riesgo de enfermedades cardiovasculares. Sin embargo, no todos los hallazgos son consistentes.
Un estudio australiano reciente concluyó que, en el contexto de una dieta saludable, los emulsionantes no influyeron en la actividad de la enfermedad de Crohn en los pacientes analizados.
El debate sobre los emulsionantes refleja un desafío más amplio en la regulación de los aditivos alimentarios. Como señaló Robert Califf, excomisionado de la FDA, los estándares actuales para evaluar la seguridad de estos compuestos necesitan actualizarse para considerar los efectos a largo plazo en la salud.