
El Ejército israelí informó este jueves que interceptó un misil lanzado desde Yemen, poco después de que las alarmas de ataque aéreo se activaran en Jerusalén y otras ciudades del país.
“Después de que sonaran las sirenas hace un rato en varias zonas de Israel, un misil lanzado desde Yemen fue interceptado. Las sirenas sonaron de acuerdo con el protocolo”, indicaron las Fuerzas de Defensa a través de un comunicado.
Poco después, los rebeldes hutíes reivindicaron el lanzamiento, precisando que se trató de un misil balístico dirigido contra el aeropuerto internacional Ben-Gurión, próximo a Tel Aviv, y omitiendo mencionar que había sido interceptado.
El portavoz militar de los terroristas, Yahya Sarea, señaló que “la fuerza de misiles de las Fuerzas Armadas del Yemen llevó a cabo una operación militar contra el aeropuerto de Lod, en la zona ocupada de Yaffa (Tel Aviv), utilizando un misil balístico hipersónico ‘Palestine 2’” y sumó que “la operación logró su objetivo con éxito”, obligando a “millones de sionistas ocupantes a huir a refugios y deteniendo el tráfico aéreo en el aeropuerto”.
“Yemen, con apoyo de Dios todopoderoso, sigue cumpliendo su deber religioso, moral y humanitario con el pueblo palestino. Nuestras operaciones contra el enemigo sionista criminal continuarán hasta que la agresión contra Gaza sea detenida y el cerco sea levantado”, insistió, como suele hacerlo en sus intervenciones, en apoyo a la causa de Hamas en la Franja de Gaza.
Desde el inicio de la guerra entre el grupo terrorista e Israel, los hutíes de Yemen, que cuentan con el apoyo de Irán, lanzan frecuentemente misiles y drones contra el Estado judío en respaldo a sus aliados regionales.
Durante el alto el fuego en Gaza, detuvieron sus ataques, pero los reanudaron tras la finalización del mismo.
Así, en respuesta al reinicio de la ofensiva de las FDI en el enclave el pasado 18 de marzo, los hutíes han ordenado numerosas ofensivas contra Tel Aviv, que ya suman al menos 43 lanzamientos de misiles balísticos y otros diez ataques con drones. Muchos de estos proyectiles no lograron alcanzar sus objetivos debido a su alcance limitado o a la efectiva intercepción por parte del sistema de defensa antiaéreo, aunque uno de ellos, a principios de mayo, alcanzó por primera vez el perímetro del aeropuerto de la capital.

El incidente no solo dejó un cráter en la zona y alteró las operaciones aéreas sino que, a su vez, marcó un significativo aumento en la escalada del conflicto.
El primer ministro, Benjamin Netanyahu, ordenó responder con acciones militares en Yemen, que incluyeron varios bombardeos en instalaciones portuarias y el aeropuerto de Saná.
Días atrás, una ofensiva provocó daños significativos en una de las estaciones aéreas en el país, que debió cesar sus operaciones, mientras que el pasado miércoles, las Fuerzas de Defensa destruyeron el último avión de los rebeldes hutíes.
“El ataque se dirigió contra blancos terroristas de la organización hutí en el aeropuerto de Saná y destruyó el último avión que quedaba”, informó el ministro de Defensa, Israel Katz, en un comunicado.
“Esta es una continuación de nuestra política: quien dispare contra el Estado de Israel pagará un alto precio”, agregó.
(Con información de EFE)