La inflación al consumidor en Estados Unidos fue menor de lo esperado en julio, según datos oficiales publicados este martes, pero los aumentos de precios subyacentes se intensificaron a medida que los amplios aranceles del presidente Donald Trump se extienden a la mayor economía del mundo.
El índice de precios al consumidor (IPC) subió un 2,7% interanual en julio, sin cambios respecto a la tasa de junio, según el Departamento de Trabajo, a medida que aumenta la preocupación por la fiabilidad de los datos y los funcionarios del banco central evalúan los efectos de los nuevos gravámenes de Trump este año.
Wall Street se tomó con calma el aplazamiento de la fecha límite para la imposición de aranceles entre EEUU y China y se centraba en las cifras de inflación que se publicaron este martes, las cuales podrían influir decisivamente en la decisión de la Reserva Federal sobre si recortar las tasas, como exige el presidente Donald Trump o mantenerlas sin cambios.
Los futuros del S&P 500, el Promedio Industrial Dow Jones y el Nasdaq se mantuvieron prácticamente sin cambios antes del inicio de la sesión.
Por su parte, el presidente Donald Trump firmó una orden ejecutiva el lunes por la noche que suspende un posible enfrentamiento entre las dos principales economías del mundo y permite 90 días más para continuar las negociaciones sobre un amplio acuerdo comercial. Sin una prórroga, los impuestos a las importaciones chinas podrían haber aumentado desde un ya elevado 30%.
Pekín actuó de la misma manera.
La prórroga abre la puerta a un posible acuerdo con Trump, pero también prolonga la incertidumbre que ha aquejado a empresas y hogares desde que el mandatario estadunidense comenzó a intensificar su guerra comercial. “La prórroga no se trata de buena voluntad; se trata de mantener el oxígeno disponible para acuerdos importantes”, declaró Stephen Innes, de SPI Asset Management, en un comentario.
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