Un perro con capa roja irrumpe en la Fortaleza de la Soledad, desordenando el refugio de Superman y, al mismo tiempo, la tradición cinematográfica de los superhéroes. Por primera vez, Krypto, el superperro, aparece en una película de acción real de Superman, dirigida por James Gunn, quien busca renovar el universo cinematográfico de DC Comics.
Según informó TIME, esta incorporación introduce un elemento inesperado y entrañable en la franquicia, además de marcar una ruptura con el tono solemne de entregas anteriores, al abrir la puerta a una reinterpretación más lúdica y fiel al espíritu de los cómics.
La llegada de Krypto representa un cambio en la manera en que el cine adapta la mitología de los superhéroes, apostando por la diversión y la aceptación de los elementos clásicos, sin necesidad de justificaciones extensas.
La inclusión de Krypto en la nueva película de Superman no es simplemente un guiño a los fanáticos, sino una decisión consciente de James Gunn, director y co-jefe de DC Studios, para diferenciar su enfoque del universo DC respecto a versiones previas.
En esta entrega, Superman, interpretado por David Corenswet, enfrenta a Lex Luthor (Nicholas Hoult) y a un grupo de metahumanos, acompañado por Krypto, un perro blanco con capa roja que alterna entre ayudar al héroe y comportarse como cualquier can, con travesuras propias.
Gunn reveló que la inspiración para incluir a Krypto surgió de su experiencia personal: adoptó un perro llamado Ozu mientras escribía el guion, y la energía de este animal influyó directamente en la creación del personaje.
En redes sociales, Gunn relató que pensó: “¿Qué tan difícil sería la vida si Ozu tuviera superpoderes?”, y así Krypto entró en el guion. Esta confesión, recogida por TIME, subraya el carácter personal que Gunn imprime a la película, alejándose del tono sombrío de las producciones dirigidas por Zack Snyder, en las que la presencia de un perro superpoderoso habría resultado impensable.

La participación de Krypto aporta un matiz humorístico y destaca el contraste con la seriedad de las películas anteriores de DC. De acuerdo con TIME, la nueva entrega se aparta de la tendencia a la solemnidad, apostando por una narrativa más ligera y abierta a la inclusión de elementos tradicionalmente considerados “ridículos”, como un perro con superpoderes.
La elección de Gunn de incorporar a Krypto se explica por su trayectoria en el cine de superhéroes. Antes de asumir la dirección de Superman, fue reconocido por su trabajo en Guardianes de la Galaxia para Marvel, donde introdujo a Rocket, un mapache armado con personalidad fuerte, interpretado por Bradley Cooper.
Posteriormente, sumó a Cosmo, una perra espacial soviética con poderes psíquicos, que, al igual que Krypto, fue creada mediante efectos digitales; en el set, una perra real llamada Jolene sirvió de referencia.
Esta afinidad de Gunn por animales con habilidades extraordinarias se traslada ahora al universo DC, donde Krypto se convierte en un personaje central. Según TIME, la experiencia de Gunn con criaturas como Rocket y Cosmo le permitió explorar nuevos recursos narrativos y visuales, enriqueciendo la mitología de Superman con un compañero canino que, pese a sus poderes, conserva el temperamento de cualquier perro doméstico.

Aunque su debut cinematográfico es reciente, Krypto cuenta con una trayectoria de casi siete décadas en los cómics de DC. Creado por Otto Binder, Curt Swan y Sy Barry, Krypto apareció por primera vez en Adventure Comics #210 en marzo de 1955.
Originalmente era un perro de Krypton enviado al espacio por Jor-El, el padre de Superman, en un cohete experimental. La nave de Krypto se desvió y aterrizó en la Tierra durante la adolescencia de Clark Kent; bajo el sol amarillo, adquirió superpoderes similares a los de su amo.
Inicialmente pensado como un personaje de aparición única, su popularidad llevó a protagonizar aventuras junto a Superboy y luego con el Superman adulto. Durante la Edad de Plata de los cómics (1956-1970), Krypto tuvo un tono caricaturesco y se le representaba con diálogos internos y comportamientos antropomórficos, en línea con la fantasía y humor de la época.
Con el tiempo, la continuidad de DC se volvió más compleja, y la editorial decidió reiniciar su universo con Crisis en Tierras Infinitas a mediados de los años 80. Tras este evento, Krypto desapareció temporalmente, pero regresó en diversas formas. En 1993, en Adventures of Superman #501, apareció un Krypto terrestre sin superpoderes, adoptado por Bibbo Bibbowski, amigo de Superman, que luego lo entregó a Superboy, un personaje diferente del joven Clark Kent.
En 2001, la historia Return to Krypton presentó otro Krypto, un perro de una versión falsa de Krypton creada por Brainiac. Este Krypto, con superpoderes, se comportaba como un perro regular. Más adelante, Superman: Secret Origin recuperó el origen clásico de Krypto como un perro kryptoniano.
En 2011, DC rebootó su continuidad con New 52; aquí, Krypto llegó a la Tierra tras haber estado en la Zona Fantasma, una dimensión para criminales kryptonianos. Superman ya adulto logró rescatar a su perro, que adquirió superpoderes bajo el sol terrestre. La baja popularidad de esta etapa hizo que DC regresara a elementos previos en 2016 con DC Rebirth, restaurando el origen tradicional de Krypto.
A lo largo de los años, han surgido múltiples versiones alternativas de Krypto en historias no canónicas y fuera de la continuidad principal. También ha aparecido en numerosas películas y series animadas, destacando su papel en la película familiar DC Liga de Súper-Mascotas de 2022, donde Dwayne Johnson prestó su voz al personaje.

A diferencia de las muchas explicaciones y reinvenciones de su origen en los cómics, la nueva película de Superman evita ofrecer una historia de fondo para Krypto. El filme no relata los orígenes ni de Superman ni de su perro, y sitúa la acción tres años después del inicio de la carrera heroica de Clark Kent. Krypto ya vive con Superman y causa problemas en la Fortaleza de la Soledad desde el inicio de la historia.
La única referencia a su procedencia es la revelación de que Krypto es, en realidad, la mascota de Supergirl, interpretada por Milly Alcock, quien aparece al final para recogerlo tras una larga ausencia. Según TIME, esta decisión narrativa se aleja de la tendencia de universos cinematográficos como el de Marvel, que suelen explicar minuciosamente los orígenes de cada personaje.