
Carlos Alcaraz debutó en el US Open con una victoria sólida y un cambio de imagen que no pasó inadvertido en Flushing Meadows. El tenista español, número dos del mundo, venció en la primera ronda a Reilly Opelka por 6-4, 7-5 y 6-4, en un partido que resolvió en poco más de dos horas. Más allá del resultado, la atención se centró en su cabeza completamente rapada, un detalle que generó comentarios y bromas tanto dentro como fuera de la pista.
El estreno de Alcaraz, de 22 años, en el estadio Arthur Ashe estuvo marcado por la firmeza de su juego ante un rival potente y local. El murciano impuso su ritmo desde el inicio y cerró el encuentro en sets corridos, un aspecto fundamental en un torneo tan exigente como el US Open, donde la acumulación de minutos puede ser decisiva en las rondas finales. Este triunfo refuerza su objetivo de alcanzar la cima del ranking mundial, actualmente en manos de Jannik Sinner.
La imagen de Alcaraz con la cabeza rapada fue uno de los temas más comentados en el inicio del torneo. El propio jugador explicó que el cambio de look se debió a un “malentendido”. “La verdad que al final son cosas que pasan. No me importa mucho el tema del pelo y en tres días voy a volver a tener mucho. A mí no me desagrada, cuando me vi pensé que no me quedaba tan mal. Es un look nuevo para un US Open que es el lugar indicado para hacer estas cosas”, afirmó el español, restando importancia al revuelo generado.
El nuevo aspecto de Alcaraz no solo llamó la atención de los aficionados, sino también de sus colegas. En los vestuarios, Frances Tiafoe, quien acababa de lograr su propio triunfo en la jornada, bromeó sobre el corte de su compañero. Consultado en conferencia de prensa, Tiafoe fue tajante: “Es horrible. No sé quién le dijo que estaba bien. No sé quién le dijo que lo hiciera, pero es terrible”. El estadounidense añadió, entre risas, que pensó que el nuevo look haría a Alcaraz “más aerodinámico”, aunque “no será más rápido de lo que ya es”. Tiafoe, conocido por cuidar su propio estilo, concluyó: “Para alguien que se corta el pelo todas las semanas y se enorgullece de sus buenos cortes, esto es horrible. Carlos necesita juntarse conmigo”.
La repercusión del corte de pelo de Alcaraz trascendió el ámbito del tenis. El golfista norirlandés Rory McIlroy, presente en Flushing Meadows, se acercó a saludar al español y le expresó su aprobación por el nuevo look. Alcaraz relató: “Nunca había hablado con él ni lo había visto en persona. Simplemente me habían dicho que iba a estar por acá y que iba a venir. Más emocionado de lo que estaba yo imposible”. El tenista añadió que fue “un placer y un gusto” poder conocer a McIlroy, a quien admira profundamente.
Detrás de la anécdota del corte de pelo se encuentra una historia familiar. Según reveló el extenista Feliciano López, Alcaraz confesó que fue su hermano mayor, Álvaro, quien tomó la máquina y lo rapó tras un mal corte. El propio Carlos reconoció que, aunque el cambio fue inesperado, lo asumió con naturalidad y hasta con cierto humor, convencido de que el US Open era el escenario ideal para estrenar una imagen diferente.
Con la confianza de un debut exitoso y la frescura de su nuevo look, Alcaraz encara el resto del torneo con la mira puesta en la cima del ranking mundial. El español sabe que cada partido cuenta y que, en un Grand Slam, empezar con el pie derecho puede marcar la diferencia en el camino hacia su objetivo.