
La exitosa serie The Chosen, que narra la vida de Jesucristo en formato de drama histórico, acaba de estrenar en Netflix su quinta temporada, subtitulada La última Cena.
Con ello, la plataforma ofrece a sus usuarios las cinco entregas de la producción creada por Dallas Jenkins, que desde su lanzamiento se ha convertido en un fenómeno global tanto entre creyentes como entre audiencias curiosas por su innovador enfoque narrativo.
La temporada 5, compuesta por ocho episodios, cubre los últimos días de Jesús antes de su arresto.
Arranca con su llegada a Jerusalén en el Domingo de Ramos y concluye justo antes de los sucesos en el huerto de Getsemaní. Entre sus momentos más destacados se encuentran la expulsión de los mercaderes del templo, la traición de Judas y, por supuesto, la Última Cena, que se convierte en el hilo conductor de toda la temporada.

“Es nuestra entrega más intensa hasta ahora”, afirmó Dallas Jenkins a la prensa. “Hay un millón de personas reunidas en una sola ciudad: los enemigos, los seguidores, los amigos, los creyentes, los antagonistas. Todos están juntos, y todos están conspirando, unos a favor y otros en contra de Jesús”.
En vez de dedicar un solo episodio a la Última Cena, Jenkins decidió que cada capítulo abriera con una escena diferente de esa histórica reunión.
Así, el banquete de Pascua se convierte en un recurso narrativo transversal que permite mostrar no solo los momentos bíblicos más recordados, sino también aspectos humanos de los personajes.
Además, la narración se estructura de forma poco convencional: los episodios presentan las escenas de la Última Cena en orden inverso, comenzando con los instantes finales de la velada y retrocediendo con cada entrega. Jenkins señaló: “Emocionalmente, queríamos que los actores experimentaran el arco de esos momentos y, al mismo tiempo, sorprender a la audiencia y mantenerla en vilo”.

El equipo además trabajó con minuciosidad en el diseño de producción. El director de arte James Cunningham construyó un triclinium, mesa en forma de U utilizada en el siglo I, para recrear el ambiente de la cena.
“Tuvimos que hacerlas de tres metros cada una para acomodar a todos los actores, atender las necesidades de iluminación del director de fotografía y dejar espacio para el equipo de cámaras”, explicó en Variety.
La disposición de los personajes se inspiró tanto en la tradición judía como en la célebre pintura de Leonardo da Vinci. “Nuestro director de fotografía, Akis Konstantakopoulos, quería que Jesús estuviera en el centro de la sala por simetría y para reflejar el icónico fresco de Da Vinci”, añadió Cunningham.
La producción también contó con asesoría de expertos en la cena de Pascua judía, aunque se hicieron adaptaciones para fines cinematográficos, como el uso de platos y cubiertos en lugar de comer con las manos.

Cabe recordar que antes de llegar a Netflix a mediados de agosto, la quinta temporada tuvo un estreno en salas de cine durante marzo y abril, coincidiendo con Semana Santa. Posteriormente, los episodios debutaron en Prime Video en distintos mercados, incluidos América Latina y Europa, a lo largo de junio y julio.
Este recorrido consolidó aún más la dimensión internacional de la serie, que ha pasado de ser un proyecto independiente financiado por crowdfunding a convertirse en uno de los dramas religiosos más vistos de la actualidad.
El final de la quinta temporada dejó a los espectadores frente al inminente arresto de Jesús, lo que da paso a la esperada crucifixión, eje central de la temporada 6.
El rodaje de estas escenas se desarrolló en Matera, Italia, un lugar icónico donde también se filmaron La Pasión de Cristo y El Evangelio según San Mateo.

Según un video publicado en el canal de The Chosen, la experiencia resultó tan emotiva que varios actores y actrices rompieron en llanto tras las filmaciones, siendo consolados por Jenkins.
El tema de la recreación de la crueldad del suceso es algo que el showrunner manejará con pinzas. “Sí, no es apta para toda la familia. No creo que la crucifixión lo fuera. Seguiremos usando algo de violencia, pero no será tan explícito (como La Pasión)”, explicó el director a Variety.
Por su parte, Jonathan Roumie, el actor que encarna a Jesús, reconoció la magnitud del desafío: “Creo que esto es lo más difícil que he hecho en mi vida. Es la temporada más difícil”, declaró a Movieguide.