
La exposición al polvo agrícola en granjas de animales, una realidad para millones de trabajadores que supone riesgos sanitarios más profundos de lo estimado. Un estudio de la Universidad de California Riverside publicado en el Journal of Applied Toxicology evidenció que la inhalación de estas partículas no solo afecta el sistema respiratorio, sino que altera el microbioma y la función intestinal, según informó la universidad, lo que vuelve urgente reforzar la protección laboral en este sector.
La mayor parte de las investigaciones previas sobre el polvo agrícola se centraban en problemas respiratorios. No obstante, el grupo dirigido por Declan McCole, profesor en la Escuela de Medicina de la Universidad de California Riverside, demostró que la inhalación de polvo porcino genera desbalances bacterianos en el intestino y compromete la barrera intestinal.
El estudio alertó sobre la elevada presencia de bacterias y endotoxinas en el polvo agrícola. Estos contaminantes, al inhalarse, provocan inflamación respiratoria a la vez que incrementan la permeabilidad intestinal, fenómeno conocido como “leaky gut”, facilitando un paso anómalo de productos bacterianos hacia la sangre y asociándose a mayor riesgo de enfermedades crónicas.
Meli’sa Crawford, primera autora del trabajo y exinvestigadora posdoctoral en el laboratorio de McCole, expuso: “La exposición al polvo de granja porcina, abundante en bacterias y endotoxinas, generó inflamación de las vías respiratorias y permitió el paso de productos bacterianos intestinales a la sangre en nuestros modelos de ratón”. Crawford destacó también el “impacto en el microbioma y el metabolismo” observado en el estudio.

Los científicos expusieron durante tres semanas a ratones, mediante la vía intranasal, a extracto de polvo porcino. Observaron una clara disminución de bacterias benéficas como Akkermansia muciniphila, Clostridium sp. ASF356 y Lachnospiraceae bacterium, claves en la integridad de la barrera intestinal y la regulación inmunológica.
También detectaron un descenso de compuestos esenciales para el metabolismo energético y la integridad intestinal, como la riboflavina, el ácido nicotínico, la inosina y la leucina. Estos cambios contribuyen a una mayor susceptibilidad frente a trastornos crónicos.
Declan McCole remarcó que los contaminantes inhalados presentan efectos sistémicos: “Nuestros resultados muestran que los contaminantes inhalados pueden provocar cambios en órganos alejados del sistema respiratorio”. La investigación subrayó la importancia del llamado eje intestino-pulmón, confirmando que alteraciones intestinales influyen más allá de la esfera respiratoria inicial.
Crawford, actualmente profesora asistente en la Universidad Rutgers, puntualizó la relevancia de estos efectos metabólicos e intestinales para comprender los riesgos prolongados vinculados a contaminantes agrícolas.

El modelo de “leaky gut” hallado en ratones guarda relación con patologías humanas como enfermedad inflamatoria intestinal, celiaquía y diabetes tipo uno. El trabajo refuerza así la evidencia sobre los efectos integrales de la exposición a bioaerosoles de granja, especialmente en personas con condiciones o predisposiciones previas.
El polvo agrícola, denso en partículas finas y bacterias resistentes, representa una amenaza compleja. Estudios anteriores de este grupo mostraron la inflamación pulmonar derivada de su inhalación. Ahora, con el vínculo comprobado entre polvo, disfunción intestinal y desequilibrio bacteriano, urge abordar la salud de los trabajadores agrícolas desde una visión integral.
Ante estos resultados, los investigadores insisten en mitigar consecuencias a largo plazo. La investigación contó con el respaldo de los National Institutes of Health, el Western Center for Agricultural Health and Safety de la Universidad de California Davis y el Presidential Postdoctoral Fellowship Program de la Universidad de California.
La Universidad de California Riverside enfatizó que considerar los riesgos sistémicos y mejorar las medidas de protección es clave para resguardar la salud actual y futura de los trabajadores agrícolas.