Lana Del Rey inicia una etapa marcada por la autenticidad y la serenidad tras mudarse al sur de Estados Unidos y casarse, alejándose del bullicio de Los Ángeles.
La artista anunció el lanzamiento de su próximo álbum, Stove, previsto para finales de enero, que supone un giro hacia el country influenciado por su vida en Luisiana y su reciente matrimonio con Jeremy Dufrene.
El nuevo proyecto discográfico representa una evolución para Del Rey, quien ya había mostrado interés por el country hace ocho años. En entrevista exclusiva con W Magazine, la cantante explicó que estos cambios personales y geográficos se reflejarán en un álbum con acento sureño y fuerte carácter autobiográfico.

“La mayoría del álbum tendrá un aire country. Hace ocho años, cuando busqué hacer un disco country, nadie pensaba en el country. ¡Ahora todos están yendo hacia el country!”, expresó Del Rey. La fecha de publicación, inicialmente fijada para la primavera pasada, se movió tras incorporar seis nuevas canciones que, en palabras de la artista, resultaron más autobiográficas de lo previsto.
En el último año, la cantante experimentó cambios notables. Su matrimonio con Jeremy Dufrene, guía de tours por los pantanos de Luisiana, fue llamativo por el contraste entre la fama internacional de Del Rey y la vida sencilla de su esposo.
“Cuando nos conocimos, me di cuenta de inmediato de que lo amaba, aunque supe que podría ser difícil por lo que yo aportaba. Jeremy dijo: ‘Trabajo con caimanes, tengo la piel dura’”, relató la cantante a W Magazine.

La pareja, que se casó en septiembre de 2024, enfrentó la presión mediática, incluyendo drones enviados por medios sensacionalistas. Del Rey destacó la serenidad y fortaleza de Dufrene: “Si yo fuera él, habría estado nerviosa—mis emociones eran más intensas de lo habitual, ¡y mis emociones habituales ya pueden ser bastante intensas! Pero Jeremy estaba bien. Dijo: ‘Si quieres, preocúpate por ti, pero no te preocupes por mí’”.
La mudanza a Luisiana coincidió con el fuerte cambio musical de Del Rey. Habitualmente ligada a Los Ángeles, la artista creó una nueva rutina entre Luisiana y Nashville, donde colaboró con el productor de country Luke Laird y su habitual socio Jack Antonoff, quien obtuvo tres premios Grammy como Productor del Año.
Entre las influencias del álbum se destacan figuras del country como Bobbie Gentry y Tammy Wynette. “Pienso en ella todo el tiempo. Trabajó dos años, tuvo dos grandes éxitos y luego logró desaparecer de verdad”, recordó sobre Gentry.

En el ámbito estilístico, combinó el country con la alta costura, luciendo en festivales como Stagecoach y en el estadio de Wembley atuendos vintage y creaciones de Molly Dickson y Sugar Ferrini. “Nunca quiero llevar nada que sea abrumador: 80.000 personas ya pueden ser suficientemente abrumadoras”, afirmó Del Rey, quien prefiere prendas que equilibran elegancia y sencillez.
El impacto de su relación con Dufrene es evidente tanto en la música como en la vida diaria. Del Rey reconoció que, hasta el momento, solo escribió una canción sobre su esposo, “Stars Fell on Alabama”, con la que abre sus conciertos.
“Jeremy es la persona más impactante en mi vida. Es callado en público, pero conmigo habla todo el tiempo”, explicó. La pareja disfruta de momentos lejos del bullicio, como sus encuentros en estacionamientos, donde conversan o leen juntos en el coche, un pequeño refugio compartido según la cantante.

Más allá de la música, Del Rey mantiene una relación especial con el cine y la televisión. Mientras realizaba la sesión de fotos para W Magazine, escuchaba el documental Grey Gardens, que considera reconfortante.
También mencionó su afición por documentales de Bob Dylan, videos de cazadores de tormentas y las películas del canal Hallmark, que la acompañaron en momentos complejos. Aunque la nostalgia por Los Ángeles y los recuerdos de su infancia en Lake Placid, Nueva York persisten, su mirada ahora apunta a nuevas experiencias y paisajes.
Del Rey aprendió a gestionar la dualidad entre la admiración y la crítica que genera su figura pública. “A veces pienso que la mitad de la gente me odia y la otra mitad respeta mi trabajo. Pasé mucho tiempo pensando en eso, pero, siendo honesta, pensar demasiado en ello es una situación sin salida”, reconoció.

En esta etapa, la artista afirma haber encontrado la serenidad y el amor buscados. Tras dejar atrás el ruido y las expectativas ajenas, su historia —marcada por la búsqueda de una felicidad genuina— se refleja tanto en sus nuevas canciones como en su día a día, en lo que ella misma considera un sueño hecho realidad.