
Un destello rojo fugaz sobre las marismas de Australia Occidental, la silueta de la Torre Eiffel apagada bajo las Pléyades y la vida secreta de los escorpiones en el desierto mexicano son algunas de las escenas que han destacado en la edición 2025 de Capture the Dark, el concurso internacional de fotografía nocturna que este año alcanzó un récord de participación.
Con 2.284 propuestas provenientes de más de 22 países, la quinta edición de este certamen convocado por DarkSky International es una organización estadounidense sin fines de lucro que lidera el movimiento mundial para proteger el cielo oscuro y la salud del medio ambiente nocturno de la contaminación lumínica.

Este concurso pone en primer plano la belleza y la fragilidad de los cielos oscuros, y refuerza el llamado global a combatir la contaminación lumínica. El certamen, que celebra su quinto año, ha consolidado su posición como referente global en la promoción de la astrofotografía ética y la defensa de los cielos oscuros.
La amenaza de la contaminación lumínica se mantiene en aumento, con un crecimiento anual cercano al 10 % a nivel mundial, según el organismo convocante. Este fenómeno no solo dificulta la observación de las estrellas, altera ecosistemas esenciales para la fauna y afecta la calidad de vida de las comunidades humanas. DarkSky International impulsa campañas para generar conciencia, educación y programas de iluminación responsable para contrarrestar este problema, y el concurso Capture the Dark se ha transformado en una herramienta para visibilizar tanto los riesgos como las maravillas de la noche.

Las imágenes incluyeron, además, desde panorámicas de la Vía Láctea hasta escenas de la vida silvestre nocturna y dejó en evidencia una gran diversidad de enfoques y la riqueza visual que ofrece el entorno nocturno. Así, la imagen de un sprite de “medusa” —un fenómeno luminoso que dura apenas 10 milisegundos, mucho más breve que un parpadeo— capturada en las marismas de Australia Occidental, fue uno de los emblemas de esta edición 2025 del concurso internacional.
El certamen se estructura en diversas categorías que permiten explorar múltiples dimensiones de la fotografía nocturna. En la sección “Captura la oscuridad”, JJ Rao obtuvo el primer lugar con “Los Vigilantes”, una imagen que muestra sprites rojos danzando sobre las marismas australianas.

El autor explicó: “Rojos inusuales danzando sobre las marismas de Australia Occidental. Un sprite tan grande como este existe durante 10 milisegundos, hasta 40 veces más rápido que un parpadeo. Esto dificulta fotografiarlos y requiere cielos muy oscuros. El sprite central es inusual. Se le conoce como sprite de ‘medusa’, el más grande y rápido de todos los sprites”.
En la categoría “Lugares internacionales de cielo oscuro”, Tom Rae fue distinguido por su fotografía “Carretera de luz estelar”, tomada en la Reserva Internacional de Cielo Oscuro Aoraki Mackenzie en Canterbury, Nueva Zelanda.

Rae destacó la singularidad del lugar: “El letrero de Starlight Highway es definitivamente uno de los más geniales que se pueden encontrar en la carretera, ¡y con razón, como pueden ver! El letrero marca la entrada a la Reserva Internacional de Cielo Oscuro Aoraki Mackenzie, una de las reservas de cielo oscuro más importantes del planeta”.
La categoría “Iluminación y diseño compatibles con el cielo oscuro” premió a Gwenael Blanck por su obra “París, dormido en las horas previas al amanecer”. Blanck aprovechó el apagado nocturno de monumentos emblemáticos como la Torre Eiffel y el Sagrado Corazón para capturar las Pléyades sobre la ciudad desde un mirador en Sèvres, a solo 8 km de la Torre Eiffel, mostrando cómo la reducción de la iluminación artificial puede revelar la riqueza del cielo estrellado incluso en grandes urbes.

En “El impacto de la contaminación lumínica”, Ambre de l’AlPe fue reconocida por “Réquiem por un sueño”, una imagen tomada en los Alpes del Norte, Francia, donde la luz del pueblo de Chamonix, filtrada por un mar de nubes, logra iluminar hasta la cima del Mont-Blanc. La fotografía ilustra de manera contundente cómo la luz artificial puede alcanzar incluso los rincones más remotos.
La sección “Criaturas de la Noche” distinguió a Oscar Leonardo Chávez Torres por “Escorpión y Escorpión”, capturada en Hermosillo, Sonora, México. La imagen revela cómo los escorpiones aprovechan la oscuridad del desierto para cazar, y cómo incluso la luz de la luna puede modificar su comportamiento.

En la categoría “Observaciones del cielo profundo”, Alpha Zhang presentó “Mosaico de remanentes de supernova de Vela respirando”, un trabajo que abarca las principales señales de emisión de la nebulosa y muestra la compleja estructura en capas del remanente de supernova en la constelación austral de Vela.
Zhang describió su obra de esta forma: “La nebulosa más impresionante que he capturado. El Remanente de Supernova de Vela es un objetivo que ningún astrofotógrafo debería perderse en su vida. Un mosaico de cuatro paneles cubre las señales de emisión primarias de la nebulosa. La capa exterior OIII envuelve a los ionizados Ha y SII, formando una compleja estructura en capas indescriptible”.

La innovación tecnológica también tuvo su espacio en “Fotografía nocturna móvil”, donde Sadeq Hayati fue premiado por “Una puerta al universo”, una imagen de la aurora boreal tomada en Raufarhöfn, Islandia, con un teléfono móvil durante una tormenta de auroras. Hayati relató: “En mi último viaje a Islandia, seguimos la aurora boreal. Hubo una enorme tormenta de auroras y decidí grabarla con mi teléfono por primera vez. Fue interesante que, con un dispositivo pequeño en la mano, pudiera ver la belleza del cielo con más detalle y belleza”.

El talento quienes recién se inician se destacó en la categoría “Jóvenes astrofotógrafos”, donde Oldřich Špůrek obtuvo el primer lugar con “Gemas de Jizerka”, una escena capturada en el valle de Jizerka, en la República Checa, cerca de la frontera con Polonia, bajo un cielo de Bortle 4 que a veces alcanza Bortle 3. Špůrek describió la atmósfera de la noche como inolvidable, con cabañas dispersas, niebla y un ambiente apacible bajo las estrellas.
El “Premio del Público” fue para Siddharth Patel por “Vía Láctea con el cometa C/2023 A3”, tomada en Fingal, Ontario, Canadá, con un teléfono Samsung S21. Patel relató cómo convenció a su familia para acompañarlo fuera de la ciudad y así poder observar el cometa junto a la Vía Láctea, una experiencia que calificó de asombrosa.

En las categorías especiales, Carly Stocks fue reconocida con el “Premio a la ubicación de Visit Utah” por “Niños y cometas”, una imagen que documenta la búsqueda del cometa C/2023 A3 junto a sus hijos en el condado de Tooele, Utah, Estados Unidos. Stocks compartió que sus hijos esperaron pacientemente durante tres noches para capturar el cometa, observándolo con binoculares y posando para las fotos.
Así, con una edición más, Capture the Dark reunió una galería de imágenes excepcionales y reforzó el llamado a proteger la noche y a promover prácticas responsables de iluminación, en un contexto donde la preservación de los cielos oscuros se vuelve cada vez más urgente.