La selección de Francia inicia su concentración en el Parque de los Príncipes, su base temporal para la clasificación al Mundial 2026 por ajustes logísticos. El equipo nacional vuelve a reunirse con la mira puesta en dos partidos clave: el primero frente a Ucrania el viernes 5 y el siguiente ante Islandia el martes 9.
Más allá del fútbol, el arranque de la temporada reúne tendencias, estilos y modas singulares: la llegada al predio funciona como un despliegue de alta costura, athleisure y referencias urbanas.

Kylian Mbappé, figura del Real Madrid y capitán de la selección nacional, opta por un conjunto en tonos naturales. La sobrecamisa cruda de textura suave se complementa con pantalón al tono y camiseta negra básica. Un bolso de mano negro y reloj suman funcionalidad ejecutiva. El delantero encarna el lujo minimalista, donde predomina el corte sencillo y las combinaciones neutras.

Maghnes Akliouche, mediocampista ofensivo del AS Mónaco y debutante en la convocatoria, genera atención con su apuesta urbana. Elige un cardigan de tejido grueso, corte relajado, sobre una camiseta blanca que asoma bajo la chaqueta. El pantalón tipo jogger en verde militar aporta un guiño utilitario que resalta sobre la base neutra.

Jules Koundé, defensa del FC Barcelona, experimenta con siluetas y referencias poco convencionales. Lleva una sudadera cropped de tono gris oscuro, estampado gráfico audaz y pantalón ancho estilo hakama negro, fusionando influencias japonesas y techwear. Gafas angulosas, muñequera negra y elementos colgantes confirman un approach artístico.

Benjamin Pavard, quien hasta recientemente era zaguero del Inter de Milán, pero cambió para ser defensa del Olympique de Marsella, recurre a un jersey burdeos de punto grueso, cuello en “V” y caída estructurada.

Ousmane Dembélé, extremo del Paris Saint-Germain, selecciona una sobrecamisa lana gris topo y pantalón marrón recto. El corte ajustado y la ausencia de estampados refuerzan la apuesta por la sencillez eficaz. La combinación de tonos tierra dibuja una imagen pulida, funcional para eventos informales del grupo y encuentros alejados del protocolo estricto. Dembélé explora el minimalismo elegante, sin riesgos innecesarios ni estridencias.

Désiré Doué, mediocampista del PSG, se apropia del look deportivo amarillo pastel: hoodie y jogger combinados con una base blanca. El color suave refleja su perfil joven y añade energía al clásico conjunto de entrenamiento.

Marcus Thuram, atacante del Inter de Milán, conserva la familiaridad del streetwear original. Hoodie gris de corte amplio, pañuelo oscuro y prendas neutras conforman una impronta directa y cultural.

Michael Olise, centrocampista del Bayern Múnich, cruza referencias entre pasarela y cultura urbana. Luce camisa oversized estilo jersey-kimono en blanco y negro, estampado “PARIS”, manga amplia y parche de autor. Cabello trenzado con toques de color rojo potencia el carácter personal del conjunto.

Théo Hernández, defensa de Al-Hilal SFC, introduce básicos atemporales. Gorra beige, sudadera oscura y camiseta en tonos neutros cubren la llegada sin sobrecargas estilísticas. El francés da la bienvenida a la temporada con elementos cómodos que dialogan con su actividad deportiva. La practicidad y la moda casual van de la mano.

Lucas Hernández, central del Paris Saint-Germain, reaparece con chaqueta denim azul y camiseta blanca limpia. El look se mantiene en la tradición cotidiana de los vestidores europeos y sostiene la funcionalidad.

Lucas Digne, lateral del Aston Villa, prefiere bomber beige, jeans rotos y zapatillas blancas salpicadas de detalles pastel. La combinación suelta y casual abre espacio al juego y la espontaneidad. Digne da una versión más lúdica del streetwear, con atención a los guiños juveniles y a la construcción de una imagen relajada.

Hugo Ekitiké, delantero del Liverpool FC, fusiona athleisure y elegancia con chaqueta y pantalón bomber en marrón oscuro, bolso de cuero y gafas de diseñador. La coordinación cromática y la elección de accesorios definen la búsqueda de distinción y comodidad. El atacante deja claro que la modernidad también implica atención al detalle.