
La industria de seguros de viviendas en Estados Unidos enfrenta un aumento pronunciado en los costos y una reducción significativa de coberturas, atribuido al incremento de desastres naturales relacionados con el cambio climático y a las inversiones de las principales aseguradoras en combustibles fósiles, según indicó un reciente reportaje de Newsweek.
De acuerdo con los datos citados por el medio, más de una tercera parte de las pérdidas aseguradas relacionadas con el clima en las últimas dos décadas —alrededor de 600.000 millones de dólares— se relacionan directamente con fenómenos meteorológicos agravados por el calentamiento global.
Este escenario ha producido que compañías relevantes como State Farm y Berkshire Hathaway eleven primas y restrinjan coberturas en estados como California y Florida, donde los eventos extremos han dejado efectos económicos y sociales de gran magnitud.

“La crisis del seguro es el canario en la mina para la crisis climática. Y el canario está muriendo”, señaló Dave Jones, excomisionado de seguros de California y director del Climate Risk Initiative de la Universidad de California en Berkeley, en entrevista con Newsweek.
Según el especialista, el impacto se traduce en aumentos de tarifas y en menos opciones de cobertura para los hogares: “estamos ante una mayor frecuencia de eventos extremos que dañan más propiedades y llevan a las compañías a restringir pólizas”.
Mientras tanto, las principales aseguradoras estadounidenses mantienen fuertes inversiones en los mismos sectores que contribuyen al agravamiento del problema climático.

Newsweek reportó que State Farm incrementó entre 2014 y 2024 su participación en empresas como Chevron y Exxon Mobil hasta alcanzar los 4.800 millones de dólares invertidos, elevando su exposición en el sector de combustibles fósiles de un 2,6% a un 3,6% del total de su portafolio. En 2023, Berkshire Hathaway destinó casi 39.900 millones de dólares a títulos de empresas de petróleo, gas y carbón, superando el 20% de sus tenencias totales.
Jones cuestionó en Newsweek estas prácticas: “¿por qué invierten en las industrias que son la mayor causa del calentamiento global que genera las catástrofes que afectan a sus clientes y finanzas?”.
La asociación Insure Our Future y datos de S&P Global confirman que, pese a que la mayoría de las aseguradoras ha reducido su inversión en combustibles fósiles, los grandes grupos han aumentado su participación frente al retroceso de firmas más pequeñas.

El costo de estas estrategias impacta directamente sobre los consumidores. Según el Instituto de Información de Seguros (Triple-I), el mercado de seguros residencial en Estados Unidos acumula un exceso de capital de 1,1 billones de dólares para afrontar reclamaciones, pero también evidencia una escala acelerada en las primas: un estudio citado por Newsweek indica que el precio promedio nacional subió en más de 30% entre 2020 y 2023.
Este fenómeno empeora en estados recurrentemente afectados por incendios o inundaciones, donde el retiro de aseguradoras privadas pone presión sobre programas estatales insuficientes para cubrir la demanda.
Sectores de consumidores y organizaciones civiles acusan un conflicto de intereses en la industria. Carmen Balber, directora de Consumer Watchdog, dijo a Newsweek: “las aseguradoras obtienen ganancias de cubrir a empresas fósiles, pero cuando ocurren desastres trasladan el costo a las familias”. Balber promovió que el sector transparente sus inversiones y se desinvierta en actividades emisoras de gases de efecto invernadero.
Las proyecciones para los próximos meses anticipan más aumentos de tarifas y menos acceso a coberturas en amplias zonas del país, mientras persistan tanto los riesgos climáticos como las actuales estrategias de inversión del sector.