
La Fiscalía de Noruega ha imputado este lunes a Marius Borg Hoiby, hijo de la princesa heredera de Noruega, Mette-Marit, por un total de 32 delitos, entre los cuales se encuentran cuatro violaciones y violencia machista contra su expareja, Nora Hakland.
Los cargos han sido presentados tras una investigación lanzada hace más de un año en su contra después de que su arresto en agosto de 2024 acusado de agredir a su entonces novia, lo que suscitó una batería de acusaciones.
El fiscal general noruego, Sturla Henriksbo, ha indicado que se trata de un “caso grave” y ha hecho hincapié en que “la violencia machista y las violaciones pueden dejar profundas cicatrices y destruir vidas”, según informaciones recogidas por la emisora de radio NRK.
También está acusado de filmar los genitales de varias mujeres sin su conocimiento ni consentimiento, dijo a los periodistas el fiscal Sturla Henriksbo.
Asimismo, ha explicado que Borg también ha sido imputado por verter amenazas de muerte, agredir a un agente y violar la normativa de trágico, por lo que, en caso de ser hallado culpable, podría ser condenado a una pena de hasta diez años de prisión.
“Son actos muy graves que pueden dejar cicatrices duraderas y destruir vidas”, afirmó el fiscal.
“El hecho de que Marius Borg Hoiby sea miembro de la familia real no debería, por supuesto, significar que deba ser tratado con más ligereza o con más severidad que si otros hubieran cometido actos similares”, enfatizó Henriksbo.
Las cuatro violaciones por las que Hoiby está acusado supuestamente ocurrieron en 2018, 2023 y 2024, la última después de que comenzara la investigación policial.
Hoiby ya admitió haber agredido y cometido vandalismo en el incidente de agosto de 2024 por el que fue arrestado.
En una declaración pública diez días después de su arresto, dijo que había actuado “bajo la influencia del alcohol y la cocaína después de una discusión”, habiendo sufrido “problemas mentales” y luchando “durante mucho tiempo con el abuso de sustancias”.

El hijo de la princesa pasó una semana en detención en noviembre de 2024, hecho sin precedentes para la familia real, después de que durante la investigación surgieran dos sospechas adicionales de violación.
Este joven, rubio, con una imagen marcada por tatuajes, anillos y pendientes, pasó posteriormente una semana en un centro de rehabilitación en Londres, informó la prensa noruega.
Marius nació el 13 de enero de 1997 fruto de una breve relación entre Mette Marit —quien por entonces frecuentaba el entorno de la escena “house”, asociado al consumo de alcohol y drogas— y Morten Borg, también condenado por violencia y delitos relacionados con drogas.
A los cuatro años saltó a la vida pública cuando su madre se casó con el heredero al trono, el príncipe Haakon, con quien tuvo otros dos hijos.
Aunque fue acogido por la familia real, no está llamado a asumir funciones oficiales, pero su vida siempre atrajo la atención de los medios, pese a los esfuerzos de su madre por protegerlo.

“Se le colocó en una posición casi imposible. Técnicamente no forma parte de la Casa Real, pero creció en su interior”, señala Sigrid Hvidsten, comentarista del periódico Dagbladet.
“Vivió en una zona gris, una especie de jaula de oro”, indicó a la AFP en diciembre de 2024.
Jaula que no le impidió frecuentar malas compañías. Según los medios, Marius se relacionaba con miembros de pandillas, de los Hells Angels y de la mafia albanesa.
En 2023 la policía lo citó para una entrevista preventiva tras observarlo en compañía de “delincuentes notorios”.
Cuando el escándalo estalló públicamente, salió a la luz que Høiby ya había sido sorprendido en 2017 consumiendo cocaína en un festival de música, lo que se saldó entonces con una multa.
(con información de AP y AFP)