
El mieloma múltiple es un cáncer de la sangre que representa cerca del 1% de todos los diagnósticos oncológicos y aproximadamente el 13% de los cánceres hematológicos, según la Sociedad Argentina de Hematología. Esta afección influye en la vida de miles de personas en todo el mundo. En 2022, los casos globales ascendieron a 188.000, de acuerdo con un estudio, lo que destaca la magnitud de esta enfermedad y la necesidad de estrategias eficaces para su diagnóstico y tratamiento.
El próximo viernes 5 de septiembre se conmemora el Día Mundial del Mieloma Múltiple, una jornada dedicada a promover la concientización sobre este cáncer caracterizado por síntomas poco específicos que suelen demorar el diagnóstico. Los especialistas subrayan la importancia de detectar la enfermedad en forma temprana para mejorar el pronóstico y la calidad de vida de las personas afectadas.
El mieloma múltiple se origina en las células plasmáticas, un subtipo de glóbulos blancos responsables de producir anticuerpos que defienden al organismo. La American Cancer Society explica que, cuando estas células se transforman en cancerosas, se multiplican sin control en la médula ósea y desplazan a las células normales responsables de la producción sanguínea. Esta alteración puede debilitar el sistema inmunológico, generar problemas óseos y afectar el funcionamiento normal de órganos como los riñones.
El desarrollo del mieloma múltiple suele pasar desapercibido en su inicio. Los síntomas más frecuentes incluyen dolor óseo persistente, en especial en la espalda y las costillas, anemia acompañada de fatiga o debilidad, hipercalcemia (aumento del calcio en sangre), insuficiencia renal y susceptibilidad a infecciones recurrentes.

Para la Dra. Natalia Schutz, médica hematóloga e investigadora en el Hospital Italiano, “ante la presencia de dolor óseo persistente y anemia sin una causa evidente, es fundamental que el médico considere al mieloma múltiple dentro de los diagnósticos diferenciales y solicite estudios específicos. No siempre se tratará de esta enfermedad, pero mantener un alto índice de sospecha permite realizar un diagnóstico temprano en los casos en que corresponda”.
Las pruebas diagnósticas abarcan análisis de sangre y orina para detectar proteínas anómalas, estudios por imágenes para observar lesiones óseas y la punción de médula ósea como confirmación de la existencia de células plasmáticas anormales.
El avance de las opciones terapéuticas posibilita que el tratamiento del mieloma múltiple se adapte tanto al estadio de la enfermedad como a las condiciones generales de cada paciente. Un diagnóstico precoz y la elección de una estrategia terapéutica adecuada resultan fundamentales para lograr el mejor control posible de la enfermedad. Los médicos disponen actualmente de varias alternativas, debido al desarrollo de nuevas herramientas derivadas de la investigación clínica y tecnológica en el país.
El impacto de los tratamientos modernos es tangible. El Dr. Ariel Corzo, médico hematólogo y jefe de consultorios externos del Hospital de Clínicas, destaca: “Cuanto antes se llegue al diagnóstico, mayores son las probabilidades de iniciar un tratamiento efectivo que logre el mejor control posible de la enfermedad, prolongando la sobrevida y preservando la calidad de vida. Hoy contamos con herramientas que pueden llevar a la enfermedad a niveles indetectables por periodos de tiempo extensos, algo impensado hace dos décadas”.

Según Mayo Clinic, el tratamiento varía de acuerdo al estadio de la enfermedad y la presencia de síntomas: cuando el mieloma es latente y no genera manifestaciones clínicas, el abordaje puede limitarse a controles periódicos con análisis de sangre y orina; en los casos que requieren intervención, los médicos pueden indicar terapias dirigidas, inmunoterapia, quimioterapia, corticoides, trasplante de médula ósea o radioterapia, seleccionando cada estrategia según la evolución de la enfermedad, la edad y el estado general del paciente.
En los últimos 20 años, la supervivencia media se extendió y las nuevas combinaciones de fármacos, junto con terapias dirigidas, transformaron la perspectiva para muchas personas. El Dr. Ariel Perelsztein, director de Asuntos Médicos y Regulatorios de Johnson & Johnson Latinoamérica Sur, destacó la importancia de seguir investigando y desarrollando opciones con el objetivo de alcanzar la cura.
La Sociedad Argentina de Hematología y los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC) coinciden en señalar que el origen del mieloma múltiple es multifactorial.

El ser mayor de 45 años, ser hombre y los antecedentes familiares representan los principales factores de riesgo. Los expertos insisten en que la causa de este cáncer continúa sin esclarecerse del todo, aunque la investigación logró avances en el conocimiento de los mecanismos que llevan a la transformación de las células plasmáticas.
El acceso a tratamientos innovadores y el abordaje personalizado permanecen como retos para el sistema sanitario argentino. “Las investigaciones más recientes dan la pauta de los beneficios significativos de indicar terapias innovadoras desde los primeros estadios de la enfermedad, en lugar de esperar a que los pacientes experimenten recaídas. La clave está en un manejo personalizado, identificando la terapia más conveniente para cada paciente sin dejar de lado otros aspectos importantes como su edad y estado general de salud”, señala el Dr. Corzo.
El avance en la medicina abre la posibilidad de convertir al mieloma múltiple en una enfermedad controlable durante largos períodos y mejorar la expectativa de vida, aunque la búsqueda de una cura definitiva continúa.