El primer ministro de la India, Narendra Modi, declaró este jueves que su gobierno está dispuesto a “pagar un precio enorme” para proteger los intereses de los agricultores, ganaderos y pescadores del país. Sus palabras llegan en medio de una disputa comercial con Estados Unidos, que impuso un arancel adicional del 25 % sobre las exportaciones indias, elevando el gravamen total a un 50 %.
“El interés de los agricultores es nuestra máxima prioridad. La India nunca comprometerá los intereses de sus agricultores, ganaderos y pescadores. Y sé que tendré que pagar un precio enorme por esto personalmente, pero estoy listo”, afirmó Modi en un acto en Nueva Delhi.
El aumento en los aranceles fue anunciado por el presidente estadounidense Donald Trump como una medida punitiva por las continuadas compras de crudo ruso por parte de India. La Casa Blanca justifica la decisión como parte de su estrategia para reducir los ingresos energéticos de Moscú, que considera un sostén económico clave en la guerra en Ucrania.
Sin embargo, la medida ha sido recibida con fuerte rechazo por parte del gobierno indio. El Ministerio de Asuntos Exteriores calificó la decisión como “injusta, injustificada e irracional”, y defendió las importaciones de petróleo ruso como una acción basada en “factores de mercado” y orientada a garantizar la seguridad energética para los 1.400 millones de habitantes del país.
India se ha convertido en el segundo mayor comprador de crudo ruso desde el inicio del conflicto en Ucrania. Al acceder a precios descontados, Nueva Delhi ha logrado reducir costos en un contexto internacional de alta volatilidad energética.
Aunque la administración Trump había aplicado un primer arancel del 25 % a finales de julio, el nuevo gravamen duplicó la carga sobre productos indios, generando preocupación en los sectores exportadores. Según datos de 2024, India exportó bienes por un valor de 87.400 millones de dólares a Estados Unidos, su principal socio comercial.
Los efectos sobre el mercado financiero no tardaron en manifestarse. En la mañana del jueves, el índice bursátil Nifty 50 de la Bolsa Nacional de Valores de India caía un 0,4 %, mientras que el Sensex de Bombay mostraba una tendencia similar. Las empresas exportadoras, en particular del sector tecnológico y farmacéutico, registraban pérdidas superiores al 2 %.
S.C. Ralhan, presidente de la Federación de Organizaciones Exportadoras de India (FIEO), advirtió que la nueva carga fiscal impone una “desventaja competitiva” de entre el 30 y el 35 % frente a países que no enfrentan medidas similares. “Este movimiento es un grave revés para las exportaciones indias. Cerca del 55 % de nuestros envíos al mercado estadounidense se verán directamente afectados”, declaró.
Ralhan agregó que numerosos pedidos de exportación “ya han sido puestos en espera” debido a que los compradores evalúan nuevos proveedores. “Para muchas pequeñas y medianas empresas, cuyos márgenes de ganancia son ya muy ajustados, absorber esta subida de costos es simplemente inviable”, señaló.
Shilan Shah, economista de Capital Economics, advirtió que los aranceles podrían socavar el atractivo de India como centro manufacturero emergente. “Un arancel del 50 % es suficientemente alto como para tener un efecto material sobre la economía”, explicó en un informe. Según sus cálculos, el crecimiento del PIB indio podría caer del 7 % previsto al 6 % anual si las medidas se mantienen.
Estados Unidos representa cerca del 2,5 % del producto interno bruto indio a través de comercio e inversión. La escalada comercial ha encendido alertas tanto en Nueva Delhi como en los mercados internacionales, en un momento en que India busca consolidarse como alternativa productiva en la región asiática.
Aunque no se han anunciado contramedidas formales, el gobierno de Modi ha dejado claro que tomará “todas las medidas necesarias” para defender sus intereses estratégicos. La continuidad del conflicto comercial dependerá ahora de posibles negociaciones bilaterales, cuya agenda permanece abierta.
(Con información de EFE y Europa Press)