Nicole Ari Parker y Boris Kodjoe transformaron 20 años de matrimonio en una muestra de compromiso, evolución y autenticidad poco frecuente en el mundo del espectáculo. En una reciente entrevista para el podcast Baby, This is Keke Palmer ―conducido por Keke Palmer―, la actriz compartió cómo la pareja vivenció dos décadas juntos superando desafíos propios de la familia, la carrera y la convivencia.
Reconocida por su papel en And Just Like That..., Parker contó que su vigésimo aniversario no fue un evento lujoso, sino una oportunidad para reconectar. Aunque los compromisos profesionales la llevaron a París y otros destinos, su esposo propuso celebrar con una escapada romántica en el Amanyara Resort, gesto que, según Parker, resume la atención y el romanticismo de su pareja.
“No es felicidad todos los días, pero estamos en una nueva etapa ahora que los hijos se han ido”, confesó la actriz, quien destacó que la relación atraviesa un momento especial desde la partida de sus hijos del hogar.

El primer encuentro entre Parker y Kodjoe ocurrió hace 25 años en la serie Soul Food. La intérprete, formada en Nueva York y con una carrera en auge, recordó con humor ese momento: “Él entró en la sala y todos se desmayaron, hasta las sillas”.
La atracción fue inmediata, pero la relación avanzó a paso firme. “No quería mezclar lo profesional con lo personal, así que esperamos hasta que él dejó la serie”, explicó la actriz. Convertidos primero en amigos, luego formalizaron su vínculo al decidir convivir, una elección tomada con plena conciencia.
Con esa misma cautela, la familia siempre fue central en la pareja. Luego de vivir años en Los Ángeles, regresar a Nueva York representó un cambio importante. Originaria de Baltimore, Parker deseaba volver a la costa este, y la mudanza llegó casi como algo inevitable. Sobre esto, compartió: “Nuestra casa se vendió en dos días. Todo fluyó”.
Aunque se definen como “nido vacío”, el hogar sigue lleno de actividad. Sophie, su hija, estudia en Howard y desarrolla una prometedora carrera en finanzas, visitando la casa junto a amigos, mientras Nicolas, su hijo, juega básquet para Alemania y compite internacionalmente. Parker expresó su orgullo: “Siempre encuentro la manera de hablar de mis hijos”.

La artista reflexionó sobre los retos y aprendizajes de la vida en pareja, convencida de que la longevidad de su matrimonio reside en la decisión mutua de elegirse día a día. “Nos elegimos de manera muy deliberada”, afirmó, remarcando que la confianza y el apoyo fueron centrales.
También subrayó la importancia de la terapia de pareja, ya que los conflictos repetidos suelen revelar temas individuales pendientes. Con respecto a esto, destacó el valor de la introspección: “Si discuten mucho, hay algo que cada uno debe trabajar individualmente”.
Por otra parte, la boda en Alemania, en el pueblo natal de Kodjoe, es una de las memorias más queridas de la pareja. El enlace incluyó un carruaje, caminos de adoquines y una recepción en la casa de la abuela del actor, quien preparó quince pasteles para la celebración. “Cuando salimos de la iglesia, una vecina abrió la ventana y lanzó flores sobre nosotros”, recordó sobre aquel día.
La vida cotidiana junto a Boris Kodjoe, afirmó que, está definida por la complicidad y la practicidad de las actividades diarias. Ante esto, reveló: “Él es un manitas, arregla desde una ventana hasta una rueda pinchada”.

En el ámbito profesional, la actriz vive una etapa plena en And Just Like That..., interpretando a Lisa Todd Wexley. Destacó la representación de mujeres afrodescendientes en la serie y el empeño de los creadores por aportar profundidad y realismo a los personajes.
“Lo que me encantó es que pusieron a mujeres negras en la sala de guionistas, de diferentes edades e identidades. Todo es intencional y está bien hecho”, comentó Parker. Aunque algunos seguidores tradicionales mostraron cierta resistencia ante los cambios, la actriz defiende que la serie refleja la auténtica diversidad de la ciudad y de las distintas experiencias de vida.
Asimismo, su experiencia en la industria también se caracteriza por la búsqueda de autenticidad y la defensa de una representación más amplia de las mujeres afrodescendientes. Considera que el avance en diversidad depende tanto del liderazgo femenino en los equipos creativos como de la iniciativa de las propias artistas para abrir nuevas oportunidades. Sobre este aspecto, bromeó: “En mi casa, soy la presidenta”.

Al mirar hacia el pasado, Nicole Ari Parker no presume de una fórmula secreta para el éxito matrimonial. “No tengo una receta especial. En mi casa pasan cosas normales: llegar tarde, buscar las llaves, preguntar si alguien tiene hambre. Eso es lo que hay”, concluyó la actriz, dejando claro que la genuinidad y la sencillez son los valores esenciales que sostienen su historia.