
Torrey Moore cruzó la calle desde su apartamento en White Oak, Maryland, con una botella de té helado en la mano. Entró a una tienda de conveniencia y discutió con el empleado detrás del mostrador. Eran las primeras horas de la tarde del 8 de diciembre de 2022. En cuestión de segundos, Moore sacó un arma y disparó al hombre de 61 años, Ayalew Wondimu, sin previo aviso.
Después de que Wondimu cayó al suelo, Moore se inclinó sobre el mostrador y volvió a disparar. Luego se marchó tranquilamente del establecimiento, regresando a su apartamento, donde un equipo SWAT lo detuvo horas más tarde. Lo que descubrieron en el interior cambió el rumbo de la investigación: el cuerpo de una mujer en avanzado estado de descomposición, cubierto por una manta.
La víctima era Denise Middleton, de 26 años, pareja de Moore y embarazada de ocho meses y medio. Según las autoridades, Moore la había asesinado el 9 de octubre de ese mismo año y había convivido con su cadáver durante casi un mes. El bebé que esperaba, un niño al que ya habían nombrado Ezekiel, también murió.
Las grabaciones de las cámaras de seguridad del edificio mostraron el último momento en que Denise Middleton fue vista con vida: Moore la empujaba hacia el ascensor. Horas después, según la reconstrucción de los hechos presentada por el fiscal del condado de Montgomery, John McCarthy, Moore le disparó siete veces en el apartamento que compartían. Al menos cuatro impactos dieron en la espalda.
Durante las semanas siguientes, Moore abandonó Maryland y viajó a Carolina del Norte y California. Cuando los investigadores accedieron a su teléfono tras su detención, hallaron búsquedas inquietantes: “¿cuánto tarda en oler un cadáver?” y “¿cómo mover un cadáver sin ser visto?”, además de indagaciones sobre cómo alegar insanidad en un juicio.
Al regresar a su residencia, permaneció allí con el cuerpo de Middleton hasta que fue arrestado tras el asesinato en la tienda. The Washington Post informó que Moore vivió con el cadáver durante 26 días. Al momento del hallazgo, el estado de descomposición del cuerpo evidenciaba el tiempo transcurrido y las condiciones de abandono.

El ataque en la tienda no solo fue brutal, sino que carecía de una motivación clara. El fiscal McCarthy detalló que Moore discutió con Wondimu por una botella de té helado antes de disparar. PEOPLE informó que tras cometer el crimen, Moore simplemente volvió a su apartamento como si nada hubiera ocurrido.
Cuando la policía ejecutó la orden de detención, el hallazgo del cuerpo de Middleton reveló un crimen anterior aún más perturbador. Las autoridades no habían recibido reportes previos sobre su desaparición. Moore no intentó deshacerse del cadáver ni reportó el hecho. La escena que encontró el equipo SWAT fue descrita como una de las más impactantes que hayan presenciado.
Torrey Moore fue declarado culpable del asesinato de Wondimu el 16 de mayo de 2023. Posteriormente, el 22 de noviembre de 2024, un jurado lo halló culpable de dos cargos adicionales de asesinato en primer grado: uno por Middleton y otro por el feto, considerado por la ley del condado como una víctima viable. Según The Washington Post, fue la primera vez que en el condado se obtuvo una condena por el asesinato de un niño no nacido.
El pasado viernes, Moore fue sentenciado a tres cadenas perpetuas consecutivas. Según el fiscal McCarthy, no será elegible para libertad condicional sino hasta cumplir más de 90 años. En el juicio, Moore no ofreció testimonio ni declaró durante la sentencia.

Durante el juicio, los abogados de Moore sostuvieron que padecía una enfermedad mental grave. El defensor público asistente, Roberto Martínez, argumentó que Moore había vivido con trastornos mentales toda su vida. En documentos presentados al tribunal, citados por The Washington Post, Martínez señaló: “Estos actos no fueron el producto de una persona fría y calculadora, sino de alguien que ha luchado con su salud mental toda su vida”.
La convivencia de Moore con el cuerpo de su pareja fue presentada como prueba de que había perdido el contacto con la realidad. La jueza del Tribunal del Circuito del Condado de Montgomery, Rachel McGuckian, reflexionó durante la sentencia: “Nos queda preguntarnos por qué hizo lo que hizo. Y realmente nadie lo sabe, tal vez ni siquiera él”.