
Por Miyeilis Flores
09 Mayo 2025, 16:01 PM EDT
El jamón es un alimento versátil, fácil de integrar a las recetas, sándwich, pizzas y más. Sin embargo, su vida útil es corta y en un abrir y cerrar de ojos puede tornarse pegajoso, pero que ¿cómo ocurre en este proceso?, ¿es seguro consumirlo?, ¿cómo evitarlo?
El jamón se torna pegajoso o viscoso cuando aparecen las bacterias Lactobacillus, que se alimentan de los azúcares de nuestros alimentos y los convierten en ácido láctico, generando esa pegajosidad en la carne.
Cuando el jamón comienza a tornarse viscoso no significa que esté dañado, tomando en cuenta que algunas bacterias son buenas, y en el caso de los lactobacilos, se pueden considerar seguros, según una publicación de Mashed.
¿Cómo se comporta los Lactobacillus?
Los Lactobacillus son bacterias seguras, que se añaden a algunos alimentos como el yogur para producir ciertos efectos beneficiosos y para conservarlos por más tiempo.
Cuando estas bacterias comienzan a aparecer en el jamón, aunque no sea absolutamente malo, sí afecta la conservación del alimento, ya que contribuye a un mayor índice de descomposición de los alimentos.
La aparición de las bacterias en el jamón y los fiambres se debe a un mal almacenamiento de alimentos cuando no se guardan en un recipiente hermético a la temperatura 4 °C o menos.
Al no cumplirse con estos sencillos pasos se comienza a producir una gran cantidad de etanol, dióxido de carbono y otros gases que generan olores, texturas y colores desagradables.
¿Como conservar el jamón de forma segura por más tiempo?
El jamón y otros embutidos se mantienen en buen estado entre tres y cinco días desde que los abrimos, según las recomendaciones del Departamento de Agricultura de EE. UU.
Es importante ver las señales que presenta el alimento en cuanto a textura, se volvió más viscoso, cambió de color, olor o si tiene un aspecto desagradable, de ser así hay que descartar el alimento para evitar enfermedades. A continuación algunas claves para saber cuando desechar el alimento, compartidas por The Kitchn:
- Jamón pegajoso: indica que se ha formado una película viscosa, por lo que hay que revisar si algunas partes se volvieron más duras. De ser así, hay que evitar consumirlo.
- Cambio de color: si el fiambre pasó de un color rosa a gris pálido, marrón o amarillo, indica que ya no es seguro consumir el alimento.
- Olor ácido: cuando el jamón o algún fiambre se deteriora, el olor cambia a agrio, avinagrado o simplemente huele mal.
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