
Toyota, Honda y Geely han destinado millones de dólares a la industria aeroespacial con el objetivo de fortalecer la infraestructura de conectividad para sus vehículos. Estas inversiones buscan mejorar los sistemas de navegación, mapeo y asistencia a la conducción, según CNBC.
El avance de los vehículos conectados ha llevado a los fabricantes a desarrollar estrategias para garantizar una infraestructura tecnológica eficiente. Los automóviles modernos dependen de la conectividad satelital para geolocalización, actualizaciones de software y servicios de asistencia. A medida que la industria avanza hacia la autonomía vehicular, la necesidad de datos en tiempo real se vuelve crucial.
Las empresas automotrices están invirtiendo en sus propias redes satelitales para reducir la dependencia de terceros y mejorar la eficiencia de sus servicios. De acuerdo con CNBC, este mercado podría representar una importante fuente de ingresos adicionales en los próximos años.
Toyota anunció en enero que su subsidiaria de software de movilidad “Woven by Toyota” invertiría 44 millones de dólares en la empresa japonesa de cohetes Interstellar Technologies, reportó CNBC. Honda, por su parte, desarrolla desde 2019 un cohete reutilizable para lanzar satélites a la órbita terrestre baja. La china Geely Holding Group, competidora de Tesla, ha invertido 326 millones de dólares para fabricar sus propios satélites.
Además de estos proyectos, otras compañías automotrices han explorado asociaciones con empresas espaciales ya establecidas. CNBC informó que Ford y Mercedes-Benz han evaluado el uso de redes satelitales para mejorar la cobertura de internet en regiones remotas y para el monitoreo de vehículos en tiempo real. La inversión en tecnología espacial se ha convertido en una tendencia clave en la industria automotriz.

Los satélites desarrollados por estas empresas tienen aplicaciones en la industria automotriz, según explicó Micah Walter-Range, presidente de la consultora Caelus Partners, a CNBC. Estos dispositivos se utilizan para mejorar la navegación de los automóviles, proporcionar mapas de alta resolución y ofrecer datos en tiempo real que contribuyen al desarrollo de vehículos autónomos. La información recolectada desde el espacio permite una mayor conciencia situacional en las carreteras.
Otra aplicación clave de los satélites es la comunicación entre vehículos y la infraestructura vial. CNBC señaló que los sistemas de transporte inteligentes requieren una conectividad constante para optimizar el tráfico, reducir accidentes y mejorar la eficiencia del transporte público y privado. Estas soluciones son fundamentales para la expansión de las ciudades inteligentes y la movilidad sostenible.
Actualmente, los automóviles emplean tecnología satelital para funciones como geolocalización, actualización de software y servicios de entretenimiento, informó CNBC. A medida que los fabricantes avanzan hacia modelos de vehículos conectados, la necesidad de infraestructura propia se vuelve más apremiante.
Un informe citado por CNBC estima que los automóviles conectados podrían generar un mercado de 742 mil millones de dólares anuales para 2030. Los fabricantes buscan ampliar sus fuentes de ingresos mediante servicios adicionales que se pueden ofrecer después de la venta del vehículo. En el sector tecnológico, Apple ha pasado de vender dispositivos a generar ingresos por servicios continuos, y un modelo similar podría aplicarse a la industria automotriz, afirmó Walter-Range.

Entre los nuevos modelos de negocio destaca la suscripción a sistemas de asistencia avanzada al conductor, señaló CNBC. General Motors (GM) ha desarrollado Super Cruise, un sistema que utiliza cámaras, sensores y datos en tiempo real de satélites GPS para funciones como el centrado de carril automatizado. La compañía espera que Super Cruise genere ingresos anuales de 2 mil millones de dólares dentro de los próximos cinco años, según su informe financiero del cuarto trimestre.
Además de GM, Tesla y BMW han desarrollado sistemas similares que dependen en gran medida de datos de satélites y redes de telecomunicaciones avanzadas. CNBC informó que los fabricantes buscan ofrecer paquetes de suscripción que permitan a los conductores acceder a funcionalidades avanzadas sin la necesidad de comprar un nuevo vehículo.
La expansión de la industria satelital ha impulsado también el desarrollo de sistemas de posicionamiento global alternativos. CNBC reportó que China ha invertido en la mejora de su sistema Beidou, mientras que la Unión Europea ha fortalecido su red Galileo. Estas iniciativas buscan reducir la dependencia del sistema GPS de Estados Unidos y mejorar la cobertura y precisión para los servicios vehiculares y de telecomunicaciones.

Las empresas tecnológicas también han ingresado en este mercado. SpaceX, fundada por Elon Musk, ha desplegado miles de satélites Starlink para proporcionar internet de alta velocidad, una tecnología que podría aplicarse a vehículos conectados, según CNBC. Amazon, con su proyecto Kuiper, planea ofrecer servicios similares.
Además de Starlink y Kuiper, CNBC señaló que otras empresas como OneWeb han establecido alianzas con gobiernos y empresas privadas para expandir la cobertura de internet satelital. Este tipo de conectividad resulta clave en regiones rurales y en zonas con infraestructura terrestre limitada.
La creciente demanda de conectividad vehicular ha llevado a los fabricantes a buscar soluciones que les permitan mantener el control sobre sus ecosistemas tecnológicos. Invertir en infraestructura satelital y cohetes es una estrategia que les permite garantizar la disponibilidad de datos en tiempo real, mejorar la experiencia de los usuarios y diversificar sus fuentes de ingresos.