
La pizza con base de papa tiene su origen en alternativas saludables y adaptaciones caseras de la pizza tradicional italiana. Se ha popularizado en todo el mundo gracias a la tendencia de explorar nuevas bases como coliflor, quinoa y, en este caso, papa.
Además, la base de papa aporta una textura crujiente por fuera y suave por dentro, perfecta para acompañar con los toppings favoritos. Se puede disfrutar en una noche de película, en reuniones con amigos, o como un almuerzo nutritivo acompañado de una ensalada fresca.
La preparación de la pizza con base de papa consiste en cocinar y pisar papas hasta obtener un puré firme, al que se le añade huevo y queso rallado para ligar, logrando una masa compacta y fácil de moldear. Esta base se hornea primero sola y luego se cubre con salsa de tomate, queso y los ingredientes que se prefieran para finalizar la cocción en el horno.
Otra ventaja de esta receta es su versatilidad: se pueden adaptar los toppings a distintos gustos, usar queso mozzarella, tomate, jamón, vegetales asados, aceitunas, o lo que se tenga en la heladera. También se pueden elegir papas comunes, papines, o combinar con batata para un toque dulce. Es una receta que admite muchas variantes y siempre queda bien.

Tiempo total: 40 minutos
- Cocción de las papas: 15 minutos
- Preparación y armado de la base: 10 minutos
- Primer horneado de la base: 10 minutos
- Armado con toppings y horneado final: 5 minutos
- 3 papas medianas
- 1 huevo
- 80 g de queso rallado (tipo parmesano o mozzarella)
- Sal y pimienta al gusto
- 1 cucharada de aceite de oliva
- 150 g de salsa de tomate
- 150 g de queso mozzarella rallado
- Ingredientes opcionales para toppings: jamón, tomate, aceitunas, albahaca, orégano, vegetales, etc.

- Pelar y cortar las papas en cubos pequeños para acelerar la cocción. Hervilas en agua con sal hasta que estén bien tiernas (unos 15 minutos).
- Escurrir bien y pisar las papas todavía calientes hasta obtener un puré firme (sin grumos ni exceso de agua).
- Agregar el huevo y el queso rallado al puré. Sumar sal y pimienta a gusto. Mezclar bien hasta formar una masa compacta.
- Cubrir una pizzera o fuente para horno con papel manteca y untar ligeramente con aceite de oliva.
- Extenderé la mezcla de papa sobre la fuente, dándole forma circular o rectangular (de unos 1-1,5 cm de espesor). Compactar bien con una cuchara o tus manos.
- Llevar la base al horno precalentado a 200 °C por 10 minutos, hasta que comience a dorarse.
- Retirar la base, añadí la salsa de tomate y el queso mozzarella por encima. Sumar los toppings a elección.
- Volver a hornear durante 5-8 minutos, hasta que el queso se derrita y los bordes de la base estén dorados.
- Servir caliente, decorar con hojas de albahaca fresca a gusto y ¡disfrutar!
Esta receta rinde 2 pizzas pequeñas o una grande, ideal para 3-4 porciones.
Cada porción aporta aproximadamente:
- Calorías: 270
- Grasas: 11 g
- Grasas saturadas: 5 g
- Carbohidratos: 32 g
- Azúcares: 3 g
- Proteínas: 10 g
Cabe señalar que estas son estimaciones, y los valores nutricionales precisos dependen de los ingredientes específicos utilizados en la preparación y las cantidades de cada porción.
La pizza con base de papa se puede conservar en la heladera hasta 3 días, bien cubierta. Para recalentar, es recomendable usar horno o sartén para mantener la textura crocante.