
El soufflé de calabaza es un clásico de la cocina hogareña, especialmente cuando se busca celebrar la calidez y su dulzor natural en una preparación liviana y esponjosa. Este plato remite a esas comidas familiares donde el aroma a calabaza asada invita a reunirse alrededor de la mesa y disfrutar de una comida sencilla, pero llena de sabor y color.
El soufflé, de origen francés, fue adoptado en la Argentina con el ingenio criollo de la cocina cotidiana. Es habitual prepararlo en otoño e invierno, cuando la calabaza abunda y su sabor alcanza el mejor punto. Esta versión, rápida y fácil, prescinde de pasos complicados y usa ingredientes que siempre están a mano. Puede servirse como plato principal liviano, como guarnición o incluso como opción vegetariana. Existen variantes al agregarle hierbas frescas, queso rallado o incluso un toque de pimienta ahumada para realzar el sabor.
Preparar soufflé de calabaza consiste en cocinar y triturar la calabaza hasta obtener un puré suave, mezclarlo con huevos, queso rallado y condimentos, y airear la mezcla con claras batidas a nieve para lograr la textura clásica del soufflé. Luego, verter la mezcla en una fuente apta para horno y hornear hasta que esté bien inflado y dorado.
Esta receta no demanda técnicas complicadas ni utensilios especiales; simplemente aprovechar el dulzor de la calabaza y lograr una mezcla aireada y ligera. Se pueden preparar soufflés individuales o uno grande, y acompañar con una ensalada fresca o unas hojas verdes como contrapunto.
Para este soufflé de calabaza rápido, calcular alrededor de 40 minutos en total: 15 minutos para pelar, cortar y cocinar la calabaza (vaporizada, hervida o al microondas); 10 minutos para hacer el puré, integrar con los ingredientes y batir las claras.5 minutos para mezclar y volcar en el molde; 10 minutos de cocción en horno precalentado a 200 °C hasta inflar y dorar la superficie.
- 500 g de calabaza (ya pelada, sin semillas).
- 3 huevos medianos.
- 50 ml de leche.
- 30 g de queso rallado (parmesano, reggianito, sardo).
- Sal y pimienta a gusto.
- Nuez moscada a gusto (opcional).
- 1 cucharada de perejil o ciboulette picado (opcional).

- Pelar y cortar la calabaza en cubos pequeños.
- Cocinar la calabaza al vapor, hervirla o colocar en microondas hasta que esté tierna y se pueda pisar con tenedor.
- Hacer un puré fino de la calabaza y dejar enfriar unos minutos para evitar que la mezcla cocine los huevos prematuramente.
- Separar claras y yemas de los huevos.
- Mezclar el puré de calabaza con las yemas, la leche, el queso rallado, sal, pimienta y nuez moscada. Integrar bien hasta lograr una crema uniforme.
- Batir las claras a punto nieve.
- Incorporar las claras batidas en dos tandas a la mezcla de calabaza, hacer movimientos envolventes para conservar el aire.
- Volcar la mezcla en una fuente apta para horno, previamente humedecida con rocío vegetal o papel manteca si se desea desmoldar fácilmente.
- Cocinar en horno precalentado a 200 °C durante 10-12 minutos hasta inflar y dorar la superficie.
- Servir inmediatamente para aprovechar la esponjosidad.
Esta receta de soufflé de calabaza rinde 4 porciones como guarnición generosa, o 2 porciones si se sirve como plato principal.
Por porción (de 1/4 del total), estimar:
- Calorías: 110
- Grasas: 4 g
- Grasas saturadas: 2 g
- Carbohidratos: 12 g
- Azúcares: 5 g
- Proteínas: 6 g
El soufflé de calabaza se puede conservar en la heladera hasta 2 días, cubierto con papel film o en recipiente hermético. Se recomienda recalentar en horno para recuperar esponjosidad.