
Amazon está reduciendo su fuerza laboral corporativa debido a la inteligencia artificial, según advirtió Andy Jassy, director ejecutivo de la compañía, en un reciente memorando a sus empleados. Esta tendencia no es exclusiva de Amazon: Microsoft también ha anunciado planes para despedir a miles de empleados, en parte para compensar sus fuertes inversiones en IA. Según informó CNBC, la incertidumbre sobre el futuro del trabajo y la magnitud de los empleos que desaparecerán o surgirán se ha convertido en una de las principales preocupaciones de la era digital.
La decisión de Amazon de reducir su fuerza laboral corporativa, motivada por la integración de la inteligencia artificial, marca un punto de inflexión en la gestión de recursos humanos en el sector tecnológico. Andy Jassy, en su comunicación interna, instó a los equipos a “aprender a hacer más con menos”, anticipando que la automatización y las herramientas de IA permitirán operar con plantillas más reducidas y eficientes.
Según informó CNBC, esta tendencia no es exclusiva de Amazon: Microsoft también ha anunciado planes para despedir a miles de empleados, en parte para compensar las fuertes inversiones en inteligencia artificial.
El impacto de estas medidas ya se percibe en los datos de empleo. Andrew Yang, en declaraciones recogidas por CNBC, señaló que ha conversado con directores ejecutivos que están reemplazando “miles de trabajadores de atención al cliente con IA, departamentos enteros de diseño e incluso programadores”.

Yang subrayó que los recién graduados en ciencias de la computación, tradicionalmente considerados seguros en el mercado laboral, ahora enfrentan dificultades para encontrar empleo. “Está empezando a notarse en las cifras de los graduados universitarios recientes y en los trabajos de entrada en oficinas“, afirmó.
Dario Amodei, director ejecutivo de Anthropic, citado por Yang, advirtió: “Vamos a automatizar muchos de los empleos de oficina de nivel inicial”. Esta perspectiva coincide con la de Jassy, quien sugiere que, en lugar de contratar a numerosos jóvenes de 22 años, las empresas podrían optar por que la IA realice esas tareas.
El resultado, según Yang, es que “toda la experiencia que obtuvimos en nuestros 20 y 30 años podría no estar disponible para la próxima generación”.

La inquietud sobre el futuro del empleo no se limita a los ejecutivos de las grandes tecnológicas. Geoffrey Hinton, considerado uno de los padres de la inteligencia artificial, expresó en CBS News su preocupación por el alcance de la automatización: “Para el trabajo intelectual mundano, la IA va a reemplazar a todos. Si puede hacer todo el trabajo intelectual humano mundano, ¿qué nuevos empleos va a crear? Tendrías que ser muy hábil para tener un trabajo que la IA no pueda hacer”.
El periodista tecnológico Jacob Ward, entrevistado por CBS News, fue categórico: “No tenemos ninguna duda de que habrá una enorme agitación en el mercado laboral”. Ward explicó que, mientras Amazon y otras empresas buscan “grandes ganancias de eficiencia” mediante la IA, los empleados se enfrentan a la incertidumbre y la ansiedad por el futuro. “Puedes imaginar que los empleados de Amazon se despertaron esa mañana muy molestos”, relató Ward sobre el anuncio de Jassy.
Andrew Yang, por su parte, advirtió que la velocidad de la transformación supera las previsiones más pesimistas. “Está aquí incluso más rápido de lo que imaginé en 2019 y 2020”, reconoció. Yang recordó que, en 29 estados de Estados Unidos, el trabajo más común sigue siendo el de conductor de camión, y que los camiones autónomos ya circulan por las carreteras, lo que anticipa una disrupción masiva en ese sector.
El World Economic Forum (WEF) ha puesto cifras a la magnitud del cambio. Según datos citados por CBS News, el WEF prevé que, en los próximos años, se perderán aproximadamente 9 millones de empleos debido a la automatización y la IA, aunque para 2030 podrían crearse 11 millones de nuevos puestos. Sin embargo, la naturaleza de estos nuevos empleos es una incógnita. “¿Quién sabe exactamente cuáles serán?”, planteó Ward en CBS News, reflejando la incertidumbre que domina el debate.
La transformación no solo afecta a los puestos de trabajo, sino también a las habilidades requeridas. LinkedIn estima que el 70 % de las competencias laborales serán completamente diferentes en 2030.
Ward ilustró este punto al recordar que, hace pocos meses, la profesión de "ingeniero de prompts" era vista como el futuro, pero esa demanda ha desaparecido rápidamente. “Nadie sabe realmente cuáles serán los trabajos del futuro con IA, ni siquiera el director ejecutivo de Amazon”, afirmó Ward.
A lo largo de la historia, la automatización ha eliminado empleos, pero también ha generado nuevas oportunidades. Sin embargo, expertos y analistas sostienen que la revolución de la inteligencia artificial podría ser distinta. Andrew Yang argumentó en CNBC que, aunque en el pasado tecnologías como el motor de combustión interna crearon más empleos de los que destruyeron, la IA plantea un desafío sin precedentes. “Esta cuarta revolución industrial es lo más dramático que le ha pasado a nuestra sociedad en la historia. La IA podría ser el avance más radical en la historia humana", afirmó.
Jacob Ward, en CBS News, recordó que la economía estadounidense ha sido eficaz en la creación de nuevos empleos tras cada ola de innovación, desde los operadores de centralita hasta los programadores. Sin embargo, la velocidad y el alcance de la IA generan dudas sobre la capacidad de adaptación del mercado laboral. “¿Cuáles son las habilidades que te pondrán en la mejor posición? No estoy seguro”, reconoció Ward.
Aunque la IA promete eficiencia y nuevas oportunidades, la falta de claridad sobre los empleos del futuro complica la planificación educativa y profesional. Ward relató el caso de un padre preocupado porque su hija quería ser artista en lugar de abogada o ingeniera. “Le dije: ‘No lo sé, ¿has visto lo que está pasando con abogados e ingenieros?zLos están despidiendo porque la IA está llegando. Quizá tu hija creativa y disciplinada sea la mejor candidata para un empleo en el futuro, cuando la creatividad humana sea tan valiosa’”, compartió Ward.
La incertidumbre se traslada a las universidades, que enfrentan el reto de adaptar sus programas a un mercado laboral en constante cambio. “¿Qué se supone que debes aprender? No tenemos ni idea en este momento”, admitió Ward. La posibilidad de que las artes liberales recuperen protagonismo como formación esencial es una de las hipótesis que circulan en el ámbito académico.
La aceleración de la inteligencia artificial ha reavivado el debate sobre la necesidad de una regulación efectiva. En Estados Unidos, se discute una iniciativa para que solo el gobierno federal pueda establecer normas sobre la IA, evitando así un mosaico de regulaciones estatales.
Andrew Yang explicó en CNBC que las grandes empresas tecnológicas prefieren un marco federal claro, ya que “lo último que quieren es un conjunto de reglas estatales que tengan que sortear o con las que puedan tropezar”.
Yang advirtió que, en ausencia de una regulación federal sólida, se corre el riesgo de un "enfoque tipo Lejano Oeste“, donde las empresas actúan sin restricciones. “Los incentivos de las empresas serán hacer lo que quieran, y los legisladores individuales dudarán en enfrentarse a las compañías de IA”, señaló.
Esta falta de acción política preocupa a quienes consideran que la responsabilidad de las empresas no abarca el bienestar social en su conjunto.
La transformación impulsada por la inteligencia artificial plantea desafíos que trascienden el ámbito económico. Andrew Yang subrayó que, mientras los beneficios de la IA se concentran en unas pocas empresas, millones de trabajadores —especialmente los jóvenes y quienes ocupan empleos de entrada— se preguntan “¿dónde fue a parar mi trabajo?”. Insistió en que corresponde a los gobiernos y a la política ofrecer respuestas y soluciones, un objetivo que lo llevó a postularse en las primarias demócratas de 2020.
Jacob Ward, en CBS News, concluyó que la sociedad carece de certezas sobre qué habilidades serán valiosas en el futuro y qué tipo de educación preparará mejor a las nuevas generaciones. “No tenemos ni idea en este momento”, reiteró.