
Un análisis reciente reveló que los consumidores estadounidenses destinaron el 11,2 % de sus ingresos totales a la compra de alimentos en 2023, una cifra que refleja el peso creciente de la alimentación en los presupuestos familiares. En este contexto, The Takeout informó que tres de las cadenas de supermercados más populares de Miami —Publix, Whole Foods y The Fresh Market— figuran entre las tiendas de comestibles más caras de Estados Unidos.
De acuerdo con el reporte publicado por The Takeout, la selección de estos supermercados se produce en un momento en que la inflación y los aranceles han elevado los precios de los alimentos en todo el país. El Servicio de Investigación Económica (ERS, por sus siglas en inglés) del Departamento de Agricultura de Estados Unidos proyectó en su pronóstico de mayo de 2025 que los precios de los alimentos aumentarán un 2,9 % durante el año, lo que representa un incremento que se suma a los elevados costos que los consumidores han enfrentado desde la pandemia.
Según el ERS, los precios de los alimentos para consumo en el hogar subirán un 2,1 %, mientras que los de alimentos fuera del hogar aumentarán un 4,0 %. El informe detalla que el rango de predicción para el alza de precios de todos los alimentos oscila entre el 1,6 % y el 4,1 %, y para los alimentos en el hogar, entre el 0,3 % y el 4,0 %.

The Takeout explicó que, pese a la presión sobre los presupuestos familiares, existen cadenas de supermercados que mantienen precios elevados y continúan atrayendo a una clientela fiel. Entre ellas, Whole Foods Market destaca por su enfoque en productos orgánicos y naturales, los cuales deben cumplir con estrictos estándares de calidad. La cadena, que cuenta con más de 500 sucursales en Estados Unidos y presencia en casi todos los estados, ha sido reconocida por sus ambientes espaciosos y diseños que evocan mercados boutique.
Desde que Amazon adquirió Whole Foods en 2017, la empresa ha intentado reducir su reputación de ser excesivamente costosa, apodada “Whole Paycheck” por los consumidores. Aunque se han implementado estrategias para bajar los precios y ampliar la oferta de productos de marca propia, los productos orgánicos siguen siendo más caros por naturaleza. Un estudio realizado en 2023 por el Philadelphia Inquirer concluyó que Whole Foods seguía siendo una de las dos cadenas más caras del país, basándose en el precio de una canasta de 18 productos.

En el caso de Publix, la cadena de supermercados con sede en Florida y propiedad de sus empleados, su popularidad en el sureste de Estados Unidos resulta llamativa, dado que sus precios superan de manera notable a los de competidores como Walmart o Lidl.
The Takeout recogió testimonios de consumidores que compararon precios y encontraron diferencias significativas. Un usuario de Reddit señaló que una caja familiar de Cheez-It costaba USD 4,98 en Walmart, mientras que en Publix el precio ascendía a USD 8, lo que representa un sobreprecio del 60%.
Otro comprador relató que gastó USD 40 menos en Lidl que en Publix al adquirir productos similares, incluyendo hierbas frescas, vegetales y carne. Incluso en promociones, el precio del pollo en Publix superaba al de Lidl por USD 1. Además, algunos usuarios criticaron la política salarial de la empresa, cuestionando la relación entre los altos precios y la remuneración de los empleados. A pesar de estas críticas, Publix mantiene una base de clientes leales que continúan eligiendo la cadena.

Por su parte, The Fresh Market se fundó en 1982 con la inspiración de los mercados al aire libre europeos y se ha posicionado como una tienda especializada en productos de alta calidad. Sus establecimientos, ubicados en barrios acomodados, ofrecen una amplia gama de artículos como flores frescas, quesos especiales y otros productos premium, lo que se traduce en precios elevados. En 2024, lectores de USA Today votaron a The Fresh Market como una de las mejores cadenas de supermercados del país, aunque también figura entre las más costosas.
El director ejecutivo, Larry Appel, declaró: “No buscamos ser una tienda de comestibles natural, queremos ser una tienda especializada”, según citó The Takeout. El público objetivo de la cadena son consumidores de altos ingresos que valoran la experiencia de compra y no se preocupan por pagar USD 20 por un queso o USD 50 por un asado. La empresa no oculta su estrategia de dirigirse a quienes consideran la compra de alimentos como una experiencia y están dispuestos a pagar por ello.

El informe de The Takeout también incluyó una lista de otras cadenas de supermercados consideradas entre las más caras de Estados Unidos. Entre ellas se encuentran Erewhon en California, Eataly con operaciones en Nueva York y origen en Italia, Wegmans en Nueva York, Acme Markets en Pensilvania, Harris Teeter en Carolina del Norte, Gelson’s en California y Natural Grocers en Colorado.
Estas cadenas, al igual que las mencionadas en Miami, suelen ubicarse en zonas de alto poder adquisitivo y ofrecen productos diferenciados, lo que contribuye a sus elevados precios.
El pronóstico del Servicio de Investigación Económica para 2025 indica que el ritmo de aumento de los precios de los alimentos se mantendrá en torno al promedio histórico, aunque la incertidumbre persiste debido a factores como la inflación y las tendencias de consumo. El Food Price Outlook, herramienta utilizada por el ERS, basa sus proyecciones en modelos estadísticos ajustados a las tendencias recientes y proporciona intervalos de predicción que se estrechan a medida que se dispone de más datos. Según el ERS, “el nivel anual de inflación se espera que caiga dentro de este intervalo 19 de cada 20 veces”, lo que refleja el grado de confianza en sus estimaciones.

En este escenario, The Takeout sugiere que quienes buscan reducir sus gastos en alimentos consideren modificar sus hábitos de compra, ya que optar por cadenas menos costosas puede generar ahorros significativos. La diferencia de precios entre supermercados como Publix y Lidl, o entre Whole Foods y otras cadenas convencionales, puede representar una parte importante del presupuesto mensual de una familia. “Cambiar tus hábitos de compra puede marcar la diferencia”, destaca el medio, aludiendo a la posibilidad de ajustar el gasto en alimentación sin sacrificar la calidad de la dieta.
La tendencia de algunas cadenas a mantener precios elevados, pese a la presión inflacionaria y la competencia, se explica en parte por la lealtad de sus clientes y la percepción de que ofrecen productos superiores.