SZA compartió sus experiencias en la industria: “Siempre me siento como la desvalida”

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SZA es una cantante estadounidense mundialmente reconocida y cuenta con sencillos de gran alcance, como "Nobody Gets Me" (YouTube)

“Literalmente siempre me siento como la desvalida. Pero eso podría ser solo un sentimiento interno”, confesó Solána Imani Rowe, más conocida como SZA, cuando le consultaron sobre cómo transita este momento en el que, luego de dos álbumes consagratorios —Ctrl y SOS—, dejó de ser promesa para convertirse en figura consolidada en la música internacional.

Según una conversación publicada por Interview Magazine, su honestidad sin filtros aparece como uno de los rasgos distintivos de su arte: aunque llene estadios y acumule premios, sigue reconociéndose en la duda y el extrañamiento. “No tengo nada más que hacer y quiero ver adónde me lleva esta puerta”, afirmó al referirse a su carrera y vida personal.

Durante un diálogo con la cantante Chappell Roan, quien también se declaró admiradora, la artista reveló una personalidad que habita “lo inusual” con naturalidad. Cuando charlaron sobre la exposición pública y sus heridas, admitió: “No sé si alguna vez voy a sentirme cómoda escuchando a alguien decir algo realmente odioso sobre mí”.

En una charla con ChappellEn una charla con Chappell Roan, publicada por Interview, la cantante reveló cómo su infancia poco convencional y su espiritualidad influyen en su música y su vida (Portada de Interview)

Desde pequeña, SZA mantuvo una relación particular con su entorno. “Era una fenomenoide”, reveló al recuperar un término que, en otro contexto, podría sonar cruel. La fascinación por lo esotérico fue temprana y compartió: “Me costaba encontrar amigos porque hablaba de todas esas cosas místicas… pero también porque miraba mucho Xena, Hercules y Buffy. Eso me cocinó, mal”.

Además de las series y los libros, desarrolló una forma original de observar la realidad. “Recolectaba pequeños secretos y pistas sobre la vida de todos que no decían en voz alta y después los guardaba en carpetas manila en un fichero”, comentó al recordar juegos de su infancia. Ese impulso por registrar diferentes aspectos no comentados, luego fue central en sus obras.

La percepción de extrañeza, más que un rasgo celebratorio, refleja una experiencia compartida. “Sentía que sabía más que todos los de mi clase”, comentó con humor. Y además añadió: “Vengo de un pueblo chico y fui a una escuela suburbana con chicos ‘bien’. Me sentía tan separada, como si nunca fuera a encontrar un lugar donde pertenecer”.

En el diálogo con ChappellEn el diálogo con Chappell Roan, SZA compartió su experiencia de sentirse una desvalida y cómo la fama intensificó sus inseguridades (Collage/Reuters)

La espiritualidad ocupa un lugar central tanto en su vida como en la creación de sus letras. Su modo de vincular fantasía, deseo y poder no encaja en las lógicas establecidas del mainstream. “Siento que todo es magia”, sostuvo con seguridad.

Asimismo, la relación con los elementos no es simbólica, sino profundamente personal y señaló: “Cuando saqué mi álbum, le di mucho al océano. Voy todo el tiempo, me río, como tortas y brownies, y después se los ofrezco”.

También incorpora referencias a deidades: “Si quiero hablar de amor o belleza, pienso en Oshun, la deidad yoruba de la fertilidad, la belleza, la juventud, el amor y la abundancia. Escribo lo que deseo en un papel y lo pongo en el río”. De esta manera, su espiritualidad se construye como una práctica intuitiva y sin dogmas.

La artista explicó cómo laLa artista explicó cómo la espiritualidad y las deidades inspiran su proceso creativo y su búsqueda personal (REUTERS)

Las dificultades para hacer amigos en la infancia aún resuenan en la adultez. “Jamás intenté hacer un amigo de forma activa. A veces me siento extrañamente atraída por una persona… pero tal vez hasta tenga miedo de hacer nuevas amistades”, reconoció.

El criterio principal de sus vínculos es la naturalidad: “El otro día fui a casa de una amiga y nos tiramos en el patio a no hacer nada. Eso es la amistad”. Es así que sus lazos, construidos sin cálculo, funcionan como refugio ante la exposición mediática: “Es mucho más divertido construir tu propio espacio”.

El éxito, lejos de brindar certezas, profundizó algunas inseguridades. “Mi curiosidad me lleva a descubrir qué viene después, o a ver si puedo salir del pozo de autodepreciación que implica estar en este negocio”, reflexionó la artista. Además, la gira de estadios representó un nuevo umbral: “Nunca estuve en una gira así. Hay mucho miedo. Me preguntaba si iba a poder sentir al público estando tan lejos”.

Con el tiempo, su vínculo con la espiritualidad también se transformó. “Solía burlarme de las chicas súper espirituales. Hasta que me pasaron cosas inexplicables y profundísimas”, relató. Fue así que buscó respuestas en otros —padrinos, tarotistas, astrólogos—, pero comprendió que debía volver la mirada hacia sí misma: “No hay ningún gurú que pueda llevarme a esta respuesta divina”.

La cantante valora la espontaneidadLa cantante valora la espontaneidad en las amistades y la importancia de crear lazos auténticos fuera del círculo social (Invision/AP)

Durante la reciente charla, comentó que la exposición deja marcas: “Te ven en esos pequeños vacíos de los momentos más intensos de tu vida. Es una olla de presión”. Frente a esto, su mensaje fue claro y afirmó: “A todas las chicas que sienten que no saben qué está pasando, no tenés que saberlo. Seguí construyendo tu mundo hasta que salgas del que estás atrapada”.

En medio de su creciente éxito y nivel de reconocimiento, SZA no ofreció fórmulas ni certezas, sino una invitación a habitar la rareza como forma de libertad. Su búsqueda no es por encajar, sino para construir el “refugio posible” que tanto valora.

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