
Renee Hoberman, conocida también como “Rina”, trabajadora social con licencia, se declaró culpable en el tribunal federal de Central Islip de los cargos de recibir y distribuir pornografía infantil.
La acusada enfrenta una pena mínima de cinco años y hasta 20 años de prisión, según lo informado por las autoridades judiciales. La declaración de culpabilidad tuvo lugar ante la jueza federal de distrito Joanna Seybert.
El anuncio fue realizado por Joseph Nocella, Jr., fiscal de los Estados Unidos para el Distrito Este de Nueva York; Michael Alfonso, agente especial interino a cargo de Investigaciones de Seguridad Nacional (HSI) en Nueva York; y Patrick Ryder, comisionado del Departamento de Policía del Condado de Nassau.

Según los documentos judiciales, Hoberman admitió haber utilizado aplicaciones de mensajería encriptadas para distribuir y recibir videos e imágenes explícitas que mostraban a menores siendo sometidos a abusos sexuales, incluyendo casos de bebés de entre seis meses y un año.
En su declaración, el Fiscal Federal Nocella calificó los actos de Hoberman como “extremadamente viles e inimaginables”. “Los crímenes de la acusada deberían indignar y ofender a todo miembro decente de nuestra sociedad”, afirmó Nocella, quien también destacó el compromiso de su oficina para perseguir a quienes perpetúan el abuso sexual infantil. Además, expresó su agradecimiento al HSI y al Departamento de Policía del Condado de Nassau por su colaboración en el caso.
De acuerdo con los registros judiciales, Hoberman no solo distribuía material de abuso sexual infantil, sino que también participaba en chats en línea donde discutía y promovía este tipo de conductas.
En estos foros, la acusada se hacía pasar por el padre de varios menores y afirmaba haber abusado sexualmente de ellos. Incluso llegó a invitar a otro usuario a viajar a Nueva York para participar en actos de abuso contra los niños. Además, Hoberman subió y compartió videos que, según ella, mostraban a sus propios hijos siendo víctimas de abuso.

Durante el período en que cometía estos delitos, Hoberman trabajaba como terapeuta en una organización con sede en Melville, Nueva York, que brinda atención a niños de hasta 17 años. Este hecho ha generado una profunda preocupación, dado que su posición profesional le otorgaba acceso directo a menores vulnerables.
“Mi fiscalía perseguirá sin descanso a depredadores como esta acusada, que victimizan a quienes dañan a niños y perpetúan la plaga del abuso sexual infantil y la pornografía infantil rindan cuentas con todo el peso de la ley”, sentenció Nocella.
Este caso forma parte del Proyecto Niñez Segura, una iniciativa nacional lanzada en 2006 por el Departamento de Justicia de los Estados Unidos para combatir la explotación y el abuso sexual infantil. El programa moviliza recursos federales, estatales y locales para identificar y procesar a los responsables de estos crímenes, así como para rescatar a las víctimas. Más información sobre esta iniciativa está disponible en el sitio web del Departamento de Justicia.
El caso está siendo procesado por la Sección Penal de la División de Long Island de la Fiscalía, con la fiscal federal adjunta Kaitlin McTague liderando la acusación, asistida por Janelle Robinson. Las autoridades han instado a cualquier persona con información sobre posibles actos de explotación sexual relacionados con este caso a comunicarse con la línea de información de HSI al 1-877-4-HSI-TIP o a través de su formulario en línea.
La gravedad de los delitos cometidos por Hoberman y su impacto en las víctimas subrayan la importancia de iniciativas como el Proyecto Niñez Segura, que busca erradicar la explotación infantil en todas sus formas.