BRASILIA.- Recién salido del hospital tras una pesada cirugía en el abdomen, el expresidente Jair Bolsonaro prometió "continuar la lucha" en una manifestación este miércoles en Brasilia, donde sus simpatizantes protagonizaron una asonada en 2023.
Junto a miles de apoyadores, el líder conservador encabezó una marcha hasta no muy lejos de las sedes de poder para reclamar una amnistía para los condenados por los disturbios de 2023.
"No hay que perder la esperanza, ¡vamos a continuar la lucha!", dijo Bolsonaro subido a un camión, al tiempo que la multitud, vestida en su mayoría con los colores de Brasil, pedía "¡Amnistía, ya!".
"Operación de emergencia"
El expresidente apareció por primera vez en público desde su salida el domingo del hospital, tras ser operado el 13 de abril en una nueva intervención derivada de la acuchillada en el abdomen que sufrió durante la campaña electoral en 2018.
Según la fiscalía, el ataque a las sedes de poder del 8 de enero de 2023 fue la "última esperanza" de la trama liderada por el expresidente, quien se expone a una pena de hasta 40 años de prisión.
"Estos patriotas están presos, ¿por qué? ¡Injustamente! Deben soltarlos a todos. Amnistía para todos", dijo Kleber Rocha, al inicio de la marcha, un soldador de Brasilia de 46 años.
Casi 500 personas han sido condenadas por su participación en los disturbios, de las cuales al menos 223 cumplen penas de 11 a 17 años de prisión.
La más emblemática de ellas, una peluquera condenada este miércoles a 14 años de prisión por haber grafiteado con lápiz labial una estatua en la Corte Suprema.
El bolsonarismo considera a Débora Rodrigues, de 39 años, símbolo de una persecución judicial en su contra y en la marcha varios manifestantes portaron lápices labiales gigantes.
"Queremos la libertad de estas personas" condenadas sin que se haya "demostrado su culpabilidad", dijo Maristela de Melo, una jubilada de 72 años que portaba uno de esos objetos de aluminio unido con una cinta a la cabeza.
Un "acto político"
"Esas condenas pesadas a patriotas inocentes son un absurdo", clamó en Instagram el pastor evangélico Silas Malafaia, uno de los promotores de la manifestación.
El partido de Bolsonaro impulsa por ahora un proyecto de ley para dar "amnistía a todos los que hayan participado en manifestaciones en cualquier lugar del territorio nacional" luego del 30 de octubre de 2022.
"La amnistía es un acto político", dijo Bolsonaro en el acto en referencia al parlamento brasileño, de mayoría conservadora.
Después de Sao Paulo y Río
En abril, Bolsonaro reunió a una multitud en Sao Paulo para apoyar la amnistía. Eduardo, uno de sus hijos, estimó la asistencia en "cerca de un millón de personas", pero la Universidad de Sao Paulo calculó que fueron 45.000.
En marzo, un evento similar reunió a unas 18.000 personas en Río de Janeiro, según la misma institución.
En Brasilia, un dispositivo de la policía acompañó la marcha mientras la corte suprema, encargada de juzgar a Bolsonaro en una fecha todavía por definir, previó "medidas de refuerzo" en la seguridad de su sede.
FUENTE: Con información de AFP