WASHINGTON — Dentro de 60 días, a más tardar, la situación podría complicarse para los inmigrantes indocumentados. El presidente republicano, Donald Trump, anunció una "campaña intensiva" de deportación dirigida a aquellos extranjeros ilegales que se nieguen a salir del país de manera voluntaria.
En la orden ejecutiva firmada este viernes 9 de mayo, en la que lanzó el programa de autodeportación con costos de vuelos y un beneficio de 1,000 dólares para quienes salgan del país, titulado "Proyecto de Regreso a Casa", el presidente advirtió de una nueva "oleada de deportaciones agresiva y a gran escala".
Para ello, ordenó al Departamento de Seguridad Nacional (DHS) aumentar a 20,000 los agentes encargados de deportaciones, con la contratación de oficiales del orden estatales y locales, exagentes federales, oficiales y personal de otras agencias federales.
"A más tardar 60 días después de la fecha de esta proclamación, el Secretario de Seguridad Nacional complementará las operaciones de cumplimiento y deportación existentes mediante la delegación y contratación de agentes del orden público estatales y locales, exagentes federales, agentes y personal de otras agencias federales y otras personas para aumentar la fuerza de operaciones de cumplimiento y deportación del Departamento de Seguridad Nacional en no menos de 20,000 agentes, con el fin de llevar a cabo una campaña intensiva para expulsar a los inmigrantes ilegales que no han salido voluntariamente", reza la orden ejecutiva firmada por Trump.
Primer programa de autodeportación
A través de su plataforma Truth Social, el mandatario republicano anunció la firma de la orden ejecutiva que busca incentivar a los migrantes irregulares a autodeportarse mediante un programa que les ofrece vuelos gratuitos desde EEUU hacia el extranjero.
"Estamos haciendo que sea lo más fácil posible para los inmigrantes ilegales salir del país (...) Cualquier inmigrante ilegal puede simplemente presentarse en un aeropuerto y recibir un vuelo gratuito para salir de nuestro país", dijo.
Explicó que quienes estén interesados también podrán reservar un vuelo a través de la aplicación CBP Home, lanzada a principios de marzo pasado.
"Mientras no estés aquí, puedes ir a donde quieras", sostuvo el mandatario republicano, y advirtió que quienes permanezcan en suelo estadounidense estarán sujetos a sanciones, como la expulsión hacia lugares y a través de métodos que estarán bajo "entera discreción" de la administración.
Costeará los viajes de inmigrantes
El gobierno anunció el lunes que destinará 1.000 dólares a los inmigrantes que salgan voluntariamente, y que además cubrirá sus gastos de transporte, para que "quizás algún día" puedan regresar a Estados Unidos legalmente.
El Departamento de Seguridad Nacional (DHS) dijo en un comunicado que este procedimiento "reduciría el costo de la deportación en aproximadamente un 70%".
Según la entidad, el costo promedio de arrestar, detener y deportar a un inmigrante ilegal en Estados Unidos es actualmente de unos 17.121 dólares; mientras que el monto de la autodeportación tendría un valor de 4.500 dólares, con el vuelo y el estipendio prometido.
El departamento informó que una persona de Honduras ya se benefició de este programa para regresar a su país.
Estrategia de "doble filo"
Para expertos en inmigración, el programa de autodeportación es una estrategia de "doble filo", que si bien ofrece una salida menos "agresiva" de Estados Unidos, un "alivio" a las colapsadas cortes de inmigración y un recorte de costos, podría percibirse como una medida de "presión" para que los inmigrantes renuncien a sus derechos.
En dos meses, las autoridades republicanas han redoblado su apuesta por este programa, que, de acuerdo con expertos migratorios, se alinea con la figura de "salida voluntaria" prevista en la Ley de Inmigración y Nacionalidad de Estados Unidos (INA, por sus siglas en inglés), puesto que insta a las personas indocumentadas a salir voluntariamente del país, evitando un proceso formal de deportación, que podría incluir arresto, detención y audiencias judiciales.
Desde su llegada a la Casa Blanca, el presidente Trump impulsa una dura política de inmigración con la que hace frente a la crisis migratoria sin precedentes creada por su antecesor, el demócrata Joe Biden, que durante cuatro años permitió el ingreso de más de 10 millones de inmigrantes ilegales, incluidos presuntos miembros de las pandillas Tren de Aragua y Mara Salvatrucha (MS-13), según denuncias de las autoridades republicanas.
Aunque legal, el programa de autodeportación podría enfrentar impugnaciones si se percibe que coacciona a los migrantes a renunciar a sus derechos procesales o si no garantiza transparencia en el pago del estipendio y el seguimiento de la salida, indicó la abogada María Herrera Mellado, especialista en inmigración, en conversación con DIARIO LAS AMÉRICAS.
"La iniciativa puede ser vista como una medida pragmática para reducir costos y avanzar en objetivos migratorios, pero también como una propuesta polémica que podría alimentar la polarización. Su éxito o fracaso dependerá en gran medida de la percepción pública y de su aplicación transparente y equitativa", aseveró.
FUENTE: Con información de AFP / The New York Post / Redacción DLA