
El gobierno de Ucrania denunció este miércoles que Rusia alberga planes de expansión militar en territorio ucraniano, a pesar de las negociaciones de paz en curso. Pavlo Palisa, vicejefe de gabinete del presidente Volodimir Zelensky, reveló en una conferencia de prensa en la embajada ucraniana en Washington que han obtenido información de Inteligencia que sugiere que Rusia pretende completar la ocupación de las regiones de Donetsk y Lugansk para finales de septiembre.
Con el objetivo de atraer apoyo internacional, Palisa también detalló que los planes de Moscú incluyen, antes de que termine el año, la ocupación del resto de Kherson y la creación de una “zona de amortiguamiento” en la frontera con Sumi. Además, se señaló la intención rusa de tomar el control del lado izquierdo del río Dnieper. Según Palisa, estas acciones no solo demuestran una falta de compromiso con la paz, sino también una actitud de preparación para una guerra prolongada.
La denuncia se produce en el contexto de una visita de una delegación ucraniana de alto nivel a Washington, encabezada por Andri Yermak, jefe de la Oficina Presidencial de Ucrania. Esta visita busca persuadir a la administración de Donald Trump para que implemente nuevas sanciones más severas contra Rusia y aumente el apoyo militar directo a Ucrania.
En reuniones con el secretario de Estado Marco Rubio y el subsecretario Christopher Landau, la delegación ucraniana subrayó que las sanciones estadounidenses actuales han sido particularmente efectivas y que se necesita continuar con esta estrategia para mantener la presión sobre Moscú.

Yermak señaló que Rusia no ha logrado sus objetivos estratégicos en los últimos tres años, enfrentando un gran costo humano y material. Ucrania calcula que, por cada kilómetro cuadrado de territorio ganado, Rusia ha perdido aproximadamente 167 soldados.
Por otra parte, el presidente Donald Trump y el presidente ruso Vladimir Putin sostuvieron una conversación telefónica este mismo miércoles, durante la cual Putin indicó que Rusia tomará medidas de represalia en respuesta a la Operación Telaraña, el último golpe importante de Kiev sobre aviones rusos. Sin embargo, la delegación ucraniana instó que Kiev está lista para aceptar un alto el fuego incondicional, mostrando su disposición para fomentar un ambiente de paz.
Aunque la segunda ronda de conversaciones directas entre Kiev y Moscú en Estambul a principios de esta semana no logró un cese de hostilidades por 30 días como deseaban los ucranianos, se lograron acuerdos parciales como el intercambio de prisioneros gravemente heridos o enfermos, incluidos jóvenes cautivos entre 18 y 25 años. Yermak enfatizó la importancia de mirar hacia el futuro y señaló que la próxima cumbre del G7, que se celebrará en Canadá del 15 al 17 de junio, será una plataforma crucial para seguir impulsando los intereses ucranianos a nivel global.
“Seguiremos insistiendo en que Estados Unidos y nuestros socios europeos estén presentes en las negociaciones”, afirmó Yermak, subrayando que “el futuro de Ucrania está en la Unión Europea”. Además, remarcó que una de las prioridades más urgentes para Ucrania es fortalecer sus defensas aéreas ante la creciente amenaza, solicitando nuevamente apoyo internacional para mejorar la seguridad nacional y preservar la soberanía del país en medio de las tensiones continuas con Moscú.
(Con información de EFE)