
Un niño de dos años había ido a jugar al Parque Rodó, una concurrida zona de Montevideo (Uruguay) en la que hay un pequeño parque de diversiones. Era la tarde del sábado cuando ambos se subieron al “Gusanito Manzana”, una de las atracciones de ese lugar, ubicado sobre la rambla costanera que da al Río de la Plata. El menor se zafó de las medidas de seguridad y salió despedido.
Cuando el hombre, de 67 años, notó qué sucedió con su hijo también se desprendió de las medidas de seguridad y saltó a ayudarlo. Los dos resultaron politraumatizados, pero el pequeño fue el que se llevó la peor parte: tuvo una fractura de cráneo y está internado en terapia intensiva.
El caso derivó en que sea cancelado ese juego de manera momentánea y en una investigación en Fiscalía, que busca determinar responsabilidades.
Axel, un operario que trabaja en el Parque Rodó hace 19 años, estaba en el lugar en el momento del accidente, pero atendía otro juego en ese momento. Cuando sintió el murmullo por el accidente, se acercó.

“Cuando llego al juego, el comentario era que se había caído un niño. El papá parece que también se zafó de la normativa de seguridad y se tiró, en el desespero, a querer salvarlo. Cuando llegué ya había ocurrido lo peor, que era que el niño se había caído”, relató al noticiero Subrayado de Canal 10.
Quienes estaban en el lugar estaban desesperados y buscaban la manera de ayudar. Pero eso tenía un efecto contraproducente: “La gente se junta sin saber qué hacer y en realidad complica más de lo que ayuda”, señaló Alex.
Según señaló este trabajador, antes de que inicie el juego, se le advirtió al hombre que su hijo no podía ir en la falda sino sentado. Pero cuando comenzó a andar el Gusanito Manzana, volvió a colocar al pequeño sobre sí.
Alex explicó que el juego tiene “un sistema único de freno”. “No tiene otro tipo de sistema de frenado de emergencia como tenía la montaña rusa, que tenía trampas: era como el freno de este, pero en distintas partes de la pista. Ahí el operario tenía diferentes botones, dependiendo los sectores, y podía frenar el carrito”, reconoció.
“Si tu te subís y me gritás en el techo que te lo frene, yo no lo puedo frenar hasta que no llegue a la terminal”, graficó.
El Gusanito Manzana tiene dos sistemas de seguridad: el cinturón y una barra. Alex consideró que, en este caso, es imposible que hayan faltado los dos sistemas.
El menor está estable en terapia intensiva y su padre también está internado ya que sufrió lesiones importantes.
El enfermero Alejandro Montero fue uno de los que estaba en la zona y asistió al padre, en primer lugar. Recordó, en diálogo con Montevideo Portal, que lo que se vivió fue “todo conmoción”. “Lo veo intentando pararse, y lo que correspondía hacer era una fijación cervical, por la caída y porque además no sabía contra qué había pegado en la caída, si había perdido conocimiento o no”, señaló.
“Al niño nadie lo vio caer: ni la gente que estaba arriba del gusano ni los funcionarios”, contó el enfermero. Aseguró que, mientras el hombre gritaba y pedía que se detuviera el juego, la gente pensaba que estaba teniendo “un brote psicótico y se quería bajar”. El hombre no se acordaba de lo que había sucedido y se puso un poco violento, coincidieron testigos en el lugar.
La empresa que administra la atracción infantil asegura que no se cumplió con ninguna de las medidas de seguridad que estaban establecidas.
El hombre, que había llegado con otros tres niños a upa, no se había puesto ni la barra metálica ni el cinturón de seguridad colocado, informó el noticiero Telemundo de Canal 12. La empresa presentó varios videos de cámaras de seguridad colocados en la atracción que confirmarían esta versión.