Un niño de 7 años murió al cruzar una avenida y sus padres fueron arrestados antes del funeral: ahora esperan juicio

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El proceso penal contra losEl proceso penal contra los padres ha generado atención nacional y posturas divididas sobre la responsabilidad de los adultos en la supervisión infantil. (Crédito: Gastonia Police Department)

Dos días después de que su hijo de siete años muriera atropellado en una avenida cercana a su hogar, Samuele Jenkins y Jessica Ivey fueron arrestados y acusados de homicidio involuntario y múltiples cargos de abuso infantil. La acusación principal: haber permitido que sus hijos de 7 y 10 años regresaran caminando solos a casa tras una breve visita al supermercado.

“Estoy sufriendo en mis sueños —cuando logro dormir. Sueño con Legend. Me despierto, y estoy aquí”, dijo Jenkins, de 31 años, desde el Centro de Detención del Condado de Gaston. “Han pasado tres semanas y aún no he podido llorar de verdad”.

El niño, Legend Jenkins, caminaba con su hermano mayor cuando fue atropellado en el bulevar West Hudson el 27 de mayo. Su padre, que estaba al teléfono con el niño mayor, corrió de inmediato al lugar del accidente. Legend fue trasladado a un hospital en Charlotte, a unos 30 kilómetros, donde falleció.

Ese día, con clima lluvioso y fresco, los niños salieron del supermercado Food Lion con su madre. Le pidieron permiso para caminar solos las dos cuadras que los separaban de su casa, donde su padre los esperaba. Ella accedió.

En lugar de caminar hacia el cruce peatonal de la calle Lyon, los niños eligieron un camino directo: atravesaron el estacionamiento del Departamento de Salud del Condado de Gaston y se dispusieron a cruzar el bulevar. Fue entonces cuando Legend fue golpeado por un automóvil conducido por una mujer de 76 años.

“No hubo evidencia de exceso de velocidad ni de mala conducta por parte de la conductora”, indicó el Departamento de Policía de Gastonia en un comunicado citado por NBC News. “Por lo tanto, no se han presentado cargos. La conductora continúa cooperando y el incidente sigue bajo investigación activa”.

Expertos legales consultados por NBC News confirmaron que Carolina del Norte no cuenta con una legislación específica que determine la edad mínima para que un niño camine sin compañía de un adulto. La ausencia de normas claras ha provocado un debate nacional sobre hasta qué punto permitir autonomía infantil representa una conducta negligente.

“En estos casos, los adultos deben ser responsables por crear un entorno seguro para los niños”, dijo la policía en su comunicado. Sin embargo, dos de los tres abogados entrevistados por la cadena mostraron sorpresa ante la severidad de los cargos y el monto inicial de la fianza: 1.5 millones de dólares por cada padre, más tarde reducida a 150.000 dólares.

Charles Lifford, abogado de Jenkins, explicó que podría sugerir aceptar un acuerdo de culpabilidad. “El mejor resultado sería evitar la cárcel”, dijo en un mensaje de texto. Añadió que su estrategia legal es enmarcar el hecho como un error de juicio que derivó en una tragedia.

Jessica Ivey enfrenta una decisión difícil. “Parece que tendré que declararme culpable del cargo de abuso infantil grave para obtener libertad condicional, pero eso dificultaría recuperar a mis hijos”, explicó en conversación telefónica desde la cárcel.

Legend Jenkins tenía 7 añosLegend Jenkins tenía 7 años al momento del incidente que dio origen al proceso judicial contra sus padres. (Crédito: GoFundMe)

Jenkins e Ivey, casados desde hace un año y pareja desde hace diez, tienen seis hijos y esperan un séptimo. Ambos fueron esposados apenas dos días después del accidente, lo cual generó críticas incluso entre miembros del gobierno local.

Una intervención de la concejal Cheryl Littlejohn permitió que la pareja recibiera autorización para asistir escoltada al funeral de su hijo. “Eso nos dio algo de consuelo”, dijo Jenkins. “Le pedí a mi hijo que me perdonara por no haber estado ahí para él”.

Durante cinco días, Jenkins estuvo bajo vigilancia por riesgo suicida. Ivey describió su experiencia en prisión como “fuera del cuerpo”. “Perdí a mi bebé y me metieron en la cárcel. Nunca había estado separada de mis hijos más de una noche. No hemos podido vivir sin él, ni siquiera eso”, dijo.

Ambos se encuentran detenidos en el mismo centro: él en la planta baja, ella arriba. Una hermana de Jenkins, Michelle, organiza llamadas nocturnas para que puedan hablar. “Se escucha el dolor en sus voces”, dijo. “Jessica trata de ser optimista, pero esto afecta su salud mental”.

Jenkins tiene antecedentes: en 2009 fue condenado por asalto agravado con intención de causar daño grave, y en 2022 se declaró culpable de asalto con arma y violación de una orden de protección por violencia doméstica. Cumplió 150 días de cárcel. Ivey, por su parte, recibió una sentencia suspendida por resistirse a un oficial en 2021.

Emilia Beskind, abogada penalista en Durham, explicó a NBC News que los fiscales pueden usar antecedentes para moldear la percepción del jurado sobre si alguien es un “buen” o “mal” padre. “Si ya los clasificaste mentalmente en esa categoría, interpretarás todas sus acciones desde ese prisma”, explicó.

La madre de Jenkins, Renea, cuestionó por qué no se aplicaron cargos similares en un caso de 2021, cuando un padre blanco dejó a su hijo de dos años en un auto bajo el sol y el niño falleció. “No quiero usar la palabra con ‘R’”, dijo refiriéndose a racismo, “pero ha habido otros casos similares y no hubo arrestos”.

El activista John C. Barnett, líder del grupo T.H.U.G.S: True Healing Under God, señaló que el condado de Gaston tiene antecedentes de tensiones raciales. “Este condado no reconoció oficialmente el Día de Martin Luther King hasta 2003. Y hubo un incidente donde la policía arrojó aceite de cocina sobre personas sin hogar en los 90”, recordó.

Mientras se desarrolla la investigación,Mientras se desarrolla la investigación, familiares y vecinos enfrentan el duelo en medio de un proceso penal en curso. (Crédito: Gastonia Police Department)

Tras la tragedia, los hijos de Jenkins e Ivey fueron acogidos por familiares. El hijo mayor está con parientes maternos; los otros cinco, de entre cinco meses y seis años, viven ahora con Renea y William Jenkins, abuelos paternos.

La casa de ladrillo rojo de los abuelos se ha transformado. Un corral de juegos frente a la chimenea, biberones en el refrigerador, caricaturas en la televisión. William, quien trabaja en una empresa de transporte, encuentra en su empleo una tregua temporal. “Es una pausa. Me ayuda a no pensar en todo esto”, dijo.

Una campaña en GoFundMe logró reunir más de 6.000 dólares para los gastos funerarios, pero fue eliminada inesperadamente. “La gente me llama diciendo que les devolvieron su dinero”, afirmó Renea. “Contábamos con ese dinero para devolver el apoyo recibido. Es un caos total”.

El viernes se celebrará una audiencia de causa probable en la que la fiscalía presentará las pruebas que sustentan los cargos contra Jenkins e Ivey. Mientras tanto, la familia sigue esperando justicia, y el poema que Legend escribió antes de morir permanece en manos de su abuela:

“¿Ves lo que Dios hizo por mí? ¿Ahora qué crees que hará por ti? Solo tienes que confiar en Jesús. ¿No sabes que murió en la cruz por nosotros? Solo tienes que respetar su nombre”.

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