Una experta en longevidad revela el simple secreto para vivir más años: “Clave para los mayores de 30″

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La doctora Poonam Desai afirmaLa doctora Poonam Desai afirma que restringir las comidas nocturnas puede mejorar la salud metabólica y proporcionar mayor vitalidad a largo plazo (Freepik)

La rutina nocturna que podría añadir años a tu vida requiere solo un cambio: cerrar la cocina a partir de las 19. Esta recomendación, dirigida especialmente a personas mayores de 30 años, promete mejor sueño, hormonas equilibradas y un metabolismo más eficiente, según advierte una especialista.

La doctora Poonam Desai, ex médica de urgencias que ahora se especializa en salud preventiva, hormonas y nutrición, explica que las comidas nocturnas desatan el caos metabólico y hormonal.

“Cuando comes después de las siete de la tarde, puedes convertir calorías en grasa más rápido de lo que imaginas”, declaró la especialista en sus redes sociales, una plataforma de divulgación de consejos de salud con cientos de miles de seguidores.

Comer después de las 19Comer después de las 19 favorece el aumento de peso, interfiere en el sueño profundo y agrava los desequilibrios hormonales (Imagen Ilustrativa Infobae)

El problema radica en lo que Desai describe como una “receta para el desastre”: la interacción entre la melatonina, la hormona del sueño, y la insulina, responsable de regular el azúcar en sangre. Esta combinación hormonal resulta especialmente problemática para hombres y mujeres que superan los 30 años, quienes muestran mayor sensibilidad a estos efectos.

Explica que las cenas tardías fuerzan al metabolismo a trabajar en sobretiempo, elevando la frecuencia cardíaca y la temperatura corporal. Esta activación metabólica no solo afecta el peso corporal, sino que prácticamente imposibilita alcanzar el sueño profundo y reparador.

Sin este descanso crucial, el organismo pierde tiempo valioso de reparación, lo que resulta en fatiga y baja productividad al día siguiente.

Cenar tarde altera la acciónCenar tarde altera la acción de las hormonas clave del metabolismo, dificultando el descanso y la gestión del peso (Imagen Ilustrativa Infobae)

El impacto se extiende más allá del descanso nocturno. La falta de sueño de calidad altera dos hormonas clave: aumenta la grelina, que señala hambre, y reduce la leptina, encargada de indicar saciedad. “Despiertas con antojos de comida poco saludable, y el ciclo comienza otra vez”, advierte la doctora.

Las investigaciones muestran que el sueño deficiente puede provocar un aumento del 23% en los niveles de glucosa matutina debido al cortisol, la hormona del estrés. Las comidas nocturnas mantienen elevado este cortisol, promoviendo la acumulación de grasa abdominal y perturbando el ritmo circadiano del cuerpo.

La situación empeora cuando se combina con la exposición a pantallas y la escasa luz solar diurna. Desai describe cómo las cenas tardías frecuentemente derivan en maratones de series en plataformas digitales, creando un círculo vicioso de mal sueño, descontrol hormonal, aumento de peso y frustración.

El Instituto Nacional de Salud (NIH) de los EEUU también destacó la importancia de sincronizar los horarios de las comidas con los ritmos circadianos del cuerpo.

Estudios recientes demostraron que comer fuera de sincronía con estos ritmos, como consumir grandes cantidades de alimentos tarde en la noche, puede alterar los procesos metabólicos y aumentar el riesgo de enfermedades crónicas.

El impacto de los horarios de las comidas también se extiende al funcionamiento del reloj biológico interno. Según contó a New York Times, el doctor Frank A.J.L. Scheer, director del Programa de Cronobiología Médica en el Brigham and Women’s Hospital de Boston, los niveles de melatonina, una hormona que regula el sueño, aumentan antes de acostarse, lo que suprime la secreción de insulina. Dificultando así la regulación del azúcar en la sangre después de una comida nocturna, aumentando el riesgo de problemas metabólicos a largo plazo.

Además de los efectos metabólicos, el momento de las comidas puede influir en otros aspectos de la salud. Por ejemplo, investigaciones demostraron que consumir alimentos en horarios irregulares o fuera de las horas habituales puede alterar la microbiota intestinal, lo que a su vez puede contribuir al desarrollo de enfermedades cardiovasculares y metabólicas.

La combinación de cenas tardíasLa combinación de cenas tardías y uso de pantallas crea un entorno adverso para el sueño y acentúa los desequilibrios hormonales (Imagen Ilustrativa Infobae)

Sin embargo, la solución puede ser sorprendentemente sencilla. Los pacientes de la especialista que implementan el cierre de cocina a las siete de la tarde experimentan resultados notables. “Frecuentemente descubren que pierden grasa de manera más efectiva y obtienen mucho mejor sueño”, reportó al medio británico.

Para la doctora, esta práctica representa uno de los métodos más simples y efectivos para prolongar la vida de manera saludable.

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