
El vuelo 1496 de Southwest Airlines, que cubría la ruta entre Burbank y Las Vegas, experimentó una brusca maniobra para evitar una colisión en pleno vuelo el viernes por la mañana.
Según la Administración Federal de Aviación (FAA), la tripulación respondió a una alerta de proximidad con otro avión, lo que provocó un descenso repentino y dejó a dos auxiliares de vuelo heridos.
El suceso se desencadenó minutos después del despegue desde el Aeropuerto Hollywood Burbank, alrededor de las 11:00 horas (hora local).

“Luego, unos tres segundos después, el avión entró en caída libre durante unos ocho o diez segundos. La gente gritaba. Fue un caos. La gente pensó que el avión se estaba cayendo”, realató uno de los pasajeros.
De acuerdo con la información publicada por The Associated Press (AP), el vuelo, que se encontraba bajo la jurisdicción del Centro de Control de Tráfico Aéreo de Los Ángeles (LATC), recibió dos alertas a bordo que obligaron al piloto a realizar primero un ascenso y, acto seguido, un descenso abrupto.
Southwest Airlines confirmó en un comunicado que la tripulación actuó en respuesta a estas advertencias, priorizando la seguridad de los pasajeros y la tripulación.

Los datos de FlightAware, plataforma de seguimiento de vuelos, muestran que el avión descendió aproximadamente 91.44 metros (300 pies) en 36 segundos, una maniobra que generó pánico entre los ocupantes. El comediante Jimmy Dore, uno de los pasajeros, relató en la red social X que “el piloto dijo que se activó la advertencia de colisión y que necesitaba evitar que el avión viniera hacia nosotros”.
Dore añadió que “el piloto tuvo que lanzarse en picado para evitar una colisión en pleno vuelo sobre el aeropuerto de Burbank. Muchas personas y yo salimos volando de nuestros asientos y nos golpeamos la cabeza contra el techo; un auxiliar de vuelo necesitó atención médica”.
La causa de la alerta fue la presencia de un Hawker Hunter Mk. 58, un avión de combate británico, en el mismo espacio aéreo cerca de Burbank. Los registros de la FAA indican que este aparato está registrado a nombre de una empresa de Newark, Delaware, y que pertenece a Hawker Hunter Aviation Ltd, una contratista de defensa británica.

El portavoz del aeropuerto de Hollywood Burbank, Mike Christensen, declaró que ni la torre de control ni el departamento de operaciones, responsables de rastrear los movimientos de las aeronaves, tienen registro de que el vuelo de Southwest se precipitara en su espacio aéreo. Esta falta de registro añade un elemento de incertidumbre a la investigación en curso.
Southwest Airlines informó que “no se reportaron heridos de inmediato por parte de los clientes, pero dos auxiliares de vuelo están siendo tratados por lesiones”. Al llegar al Aeropuerto Internacional Harry Reid en Las Vegas, el personal médico atendió a los afectados y una persona fue trasladada a un hospital.

El pasajero Steve Ulasewicz explicó a NBC Los Ángeles que el incidente ocurrió aproximadamente ocho minutos después del despegue y que los pasajeros experimentaron “una caída significativa durante unos dos segundos”, aunque inicialmente atribuyó la sensación a la turbulencia.
La FAA ha iniciado una investigación para esclarecer las circunstancias del suceso y determinar cómo dos aeronaves pudieron encontrarse en una situación de riesgo tan cerca del aeropuerto. Southwest Airlines ha manifestado su colaboración con las autoridades para comprender mejor lo ocurrido.
Este episodio se suma a una serie de incidentes recientes que han reavivado el debate sobre la seguridad aérea en Estados Unidos, especialmente tras la colisión aérea de enero sobre Washington, DC, en la que murieron 67 personas.