
Han pasado más de 20 años desde que Chiaki Kuriyama cautivó al mundo con su inolvidable interpretación de Gogo Yubari en Kill Bill: Vol. 1 (2003).
Con su uniforme escolar, mirada letal y una bola con cadena como arma, la actriz se consolidó como una figura icónica del cine de acción internacional.
Sin embargo, lejos de quedarse anclada a ese personaje, la artista japonesa ha construido una carrera versátil y respetada en su país natal, explorando con éxito otras facetas como la música, la moda y el activismo.

La elección de Chiaki Kuriyama para el filme de Quentin Tarantino no fue casual, pues el director la descubrió por su papel en Battle Royale (2000) y la consideró perfecta para encarnar a Gogo con tan solo 18 años.
Para el papel, Chiaki se sometió a intensos entrenamientos de combate durante tres meses.
“Comenzamos con lo básico: patadas y puñetazos, luego trabajamos con armas... una vez golpeé a Quentin en la cabeza con mi bola con cadena”, recordó la actriz en una entrevista.
Esa dedicación fue recompensada, ya que ganó el premio a la Mejor Pelea en los MTV Movie Awards de 2004 y su personaje aún es uno de los más recordados del universo Tarantino.

Tras ese éxito internacional con Kill Bill: Vol. 1, Chiaki Kuriyama decidió regresar a Japón y continuar su carrera allí. Ha participado en más de 80 producciones audiovisuales, tanto en cine como en televisión.
Entre sus trabajos más destacados se encuentran Azumi 2: Death or Love, The Great Yokai War, y más recientemente, la serie 24 Japan y la película Fullmetal Alchemist: The Final Alchemy (2022), donde interpretó a Olivier Mira Armstrong.
Además de su carrera actoral, la famosa incursionó en la música en 2010. Su sencillo debut, “Ryūsei no Namida”, fue elegido como tema de cierre del anime Mobile Suit Gundam Unicorn. En 2011 lanzó su álbum Circus, en el que colaboró con reconocidos artistas.
“Sentía que ya no había nuevos papeles para mí como actriz... alguien me sugirió cantar. Siempre me ha encantado la música, y fue una oportunidad para hacer algo completamente nuevo”, confesó.

A lo largo de los años, Kuriyama también se ha desempeñado como modelo y figura de estilo en Japón. Desde su infancia ha sido imagen de campañas publicitarias y continúa activa en el mundo de la moda, así como en causas sociales, como la defensa de los derechos de los animales.
Aunque muchos esperaban que siguiera una carrera en Hollywood tras Kill Bill, ella ha explicado que su dominio limitado del inglés fue un obstáculo.
“Siento que debo ganarme el reconocimiento en Japón, de parte de mis compatriotas, antes de trabajar en el extranjero”, dijo.

Hoy, con 40 años, Chiaki Kuriyama se mantiene vigente como una artista multifacética y respetada. Gogo Yubari fue el punto de partida de una carrera que ha sabido renovarse sin perder autenticidad.
Actualmente, Kuriyama continúa protagonizando series de gran audiencia en Japón, como CSI: Crime Scene Talks (Iryu Sosa e su idioma original) y Ōoku.