
Los servicios de Inteligencia del Reino Unido reportaron que Rusia ha comenzado a ofrecer formación en el uso de drones —también conocidos como aeronaves no tripuladas— en más de 500 escuelas y 30 centros de educación profesional, una iniciativa que estaría relacionada con su campaña militar en Ucrania.
El informe difundido por el Ministerio de Defensa británico señala que ya se ha capacitado a más de 2.500 docentes. Además, el ministro de Educación, Valeri Falkov, expresó en mayo de 2024 la intención del gobierno ruso de formar a un millón de especialistas en este ámbito para el año 2030.
Desde la perspectiva de Londres, estas medidas son un reflejo de la “militarización” progresiva del sistema educativo ruso, una estrategia que se ha intensificado desde que el presidente Vladimir Putin ordenara la invasión de Ucrania en febrero de 2022.
En línea con este enfoque, Putin anunció en junio la creación futura de una unidad específica de drones dentro de las Fuerzas Armadas, con el objetivo, según la Inteligencia británica, de fortalecer estas capacidades a largo plazo.
Una investigación reciente revelada por The Guardian, basada en el trabajo del medio ruso exiliado The Insider, sostiene que las autoridades rusas también han involucrado sistemáticamente a niños y adolescentes en el diseño y prueba de drones utilizados en la guerra contra Ucrania. Este proceso se desarrolla a través de concursos a nivel nacional que comienzan con videojuegos aparentemente inocentes y terminan con los estudiantes más talentosos siendo reclutados por empresas del sector defensa.
Todo empezó con un videojuego llamado Berloga, lanzado en 2022, en el que “osos inteligentes” deben defenderse de enjambres de abejas, a veces utilizando drones. Según la investigación, este juego es jugado por cientos de miles de jóvenes rusos y su desempeño puede traducirse en créditos adicionales para los exámenes finales de secundaria.
Los jugadores más exitosos avanzan a competencias más avanzadas, como Big Challenges, destinadas a identificar alumnos con alto potencial. Muchos de ellos son luego contactados por empresas rusas, algunas de las cuales están bajo sanciones internacionales debido a su participación en la industria militar del país.

The Guardian cita los testimonios de tres adolescentes finalistas de estas competencias, quienes confirmaron estar trabajando en tecnologías relacionadas con drones. Explicaron que eran conscientes del uso militar de ciertos proyectos, pero que se les instruyó para ocultarlo.
“Nos prohibieron decir que era para la guerra, e inventamos aplicaciones civiles. Es un programa para niños… Un proyecto siempre debe tener un doble propósito, especialmente si eres estudiante. Es una regla no escrita que he visto en todas las competencias”, declaró uno de ellos a The Insider.
Vladimir Putin ha instado a aumentar la producción de drones en Rusia, una tecnología que se ha vuelto cada vez más crucial en el conflicto con Ucrania. Sin embargo, el combate con drones en el frente evoluciona constantemente, ya que ambos bandos desarrollan nuevas tecnologías para ampliar el alcance de estos dispositivos y eludir los sistemas de interferencia electrónica. En este contexto, Rusia busca entre sus jóvenes a los talentos tecnológicos más brillantes para reforzar su estrategia en esta área.
(Con información de Europa Press)