
El ex ministro de Gobierno (Seguridad) de Bolivia, Arturo Murillo, obtuvo este martes su cuarta detención preventiva, tras haber arribado al país el 4 de septiembre deportado desde Estados Unidos.
Murillo, que fue el hombre fuerte de Jeanine Añez durante su mandato interino (2019-2020), fue enviado a prisión preventiva en el penal de San Pedro, en La Paz, por un caso que lo acusa de legitimación de ganancias ilícitas.
La fiscal María Delgado explicó que la investigación apunta a que el ex ministro obtuvo dinero por la “intermediación, de contratación y adjudicación” del material antidisturbios y que éste fue depositado en cajas de seguridad de un banco “a intento de dar un origen lícito a ese dinero y bienes adquiridos de manera ilegal”.
En la audiencia, la Fiscalía acreditó riesgos procesales de fuga y obstaculización del proceso, por lo que el juez decidió aplicar medidas cautelares.

Con esta determinación, suman cuatro las detenciones preventivas contra Murillo: una por el caso gases Brasil, que investiga la compra con sobreprecio de gases lacrimógenos y otros agentes antidisturbios mediante una empresa intermediaria; otra por el caso gases Ecuador, sobre la adquisición irregular de material represivo; y el caso catering, que lo acusa por la presunta contratación irregular y con sobreprecio de alimento para fuerzas policiales.
Por estos casos, a Murillo se lo acusa por la comisión de los delitos de uso indebido de influencias, incumplimiento de deberes, presunto daño económico al Estado, contratos lesivos al Estado, negociaciones incompatibles con funciones públicas y conducta antieconómica.
Por los dos primeros -gases Brasil y Ecuador- ya fue condenado a prisión, por ocho y cinco años, pero las sentencias aún no ha sido ejecutadas debido a apelaciones por parte de la defensa.
En 2021, meses después de haber dejado el Gobierno, el ex ministro fue capturado en Estados Unidos y sentenciado a casi 6 años de cárcel por lavado de dinero y sobornos vinculados a la compra de gases lacrimógenos, tras declararse culpable. Cumplió parte de esa condena y luego fue trasladado a Bolivia donde actualmente está siendo procesado.

Arturo Murillo es un empresario hotelero sin formación universitaria ingresó a la política a mediados de la década del 2000, fue diputado y senador en dos periodos no consecutivos.
En el Senado fue de las figuras más visibles de la oposición por sus críticas al Gobierno de Evo Morales y labró amistad la senadora Jeanine Añez, quien lo nombró ministro tras asumir la Presidencia el 12 de noviembre de 2019, donde ejerció un rol clave en la persecución a miembros del gobierno derrocado.
Murillo también respaldó las actuaciones militares en protestas sociales en Sacaba (Cochabamba) y Senkata (El Alto), donde 30 civiles murieron por heridas de bala y que fueron categorizadas como “masacres” por la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).

Su paso por el Ejecutivo estuvo lleno de polémica por su discurso confrontativo, la represión de manifestaciones sociales, la persecución a sus adversarios políticos, además de las múltiples acusaciones de corrupción y casos probados de difusión de desinformación.
Tras su arribo al país y en el único contacto que tuvo con los medios locales antes de entrar a celdas policiales, Murillo dijo que estaba feliz de estar en Bolivia “para ver el entierro del Movimiento Al Socialismo (MAS)”, en referencia a la derrota del oficialismo en las elecciones del 17 de agosto.