
Lisa Kudrow, quien interpretó a Phoebe Buffay, y Courteney Cox, encargada del papel de Monica Geller, en la famosa serie Friends, vivieron experiencias muy distintas respecto a cómo la producción abordó sus respectivas maternidades.
En la cuarta temporada, Lisa Kudrow se enteró de que estaba embarazada de su primer hijo, Julian. Lejos de ocultar este hecho, los guionistas decidieron incorporarlo a la trama, dándole una resolución creativa exclusivamente adaptada a su personaje.
Según relata People, se ideó que Phoebe se convirtiera en madre de alquiler para su hermano Frank Jr. y su esposa Alice, quienes no podían tener hijos por sí mismos.
Así, la manera “disparatada” pero coherente con la naturaleza poco predecible de Phoebe, terminó convirtiéndose en una de las historias más icónicas de la comedia.

Una vez formalizada la decisión de integrar el embarazo, el equipo de guionistas recurrió a la invención de los trillizos para justificar el tamaño del vientre de Kudrow, tal como indican Metro UK,, ya que el embarazo real de la actriz se encontraba más avanzado que el que se requería inicialmente para la trama.
El desarrollo de esta línea argumental se prolongó mucho más allá de la cuarta temporada, porque el nacimiento de los trillizos, que se produce durante la quinta temporada, tiene impacto en varios capítulos posteriores.
Los personajes Leslie, Chandler y Frank Jr. Jr., hijos de su hermano Frank, vuelven a aparecer en la sexta y la décima temporada, reflejando la manera en que este acontecimiento transformó y expandió el universo personal de Phoebe dentro de la ficción.
La presencia constante de los trillizos, según destaca Screen Rat, sirvió también para subrayar el costado generoso y abierto del personaje, así como para mostrar formas alternativas de construir una familia.


Al enterarse de su embarazo durante la última temporada de Friends, la producción no pudo integrar este hecho a la ficción, dado que el arco argumental de Monica ya había establecido que no podía tener hijos biológicos y que, junto con Chandler, adoptaría gemelos.
La imposibilidad de cambiar el rumbo de la historia obligó al equipo a recurrir a soluciones clásicas en el rodaje: ropa holgada, pañuelos, chaquetas grandes y posiciones cuidadosamente planificadas frente a la cámara fueron utilizadas para disimular el embarazo durante las escenas.
De acuerdo con People, Courteney Cox y su entonces esposo David Arquette dieron la bienvenida a su hija Coco en junio de 2004, poco después de finalizar la filmación.

El contraste entre ambas experiencias es notorio. Kudrow, además de ser parte del argumento, vivió la maternidad en pleno apogeo mediático, con la anécdota, recuperada de Metro UK, de que años más tarde su hijo Julian participó con ella en la grabación de la reunión especial del elenco en 2021.
Incluso, Lisa Kudrow compartió en el programa de Conan O’Brien que su hijo llegó a expresarle su orgullo por el trabajo realizado, señalando la huella personal que esta etapa dejó tanto en la actriz como en el entorno familiar.

Por otra parte, se revela en Metro UK que Julian, años después, siguió sus propios intereses en la industria del entretenimiento, acumulando créditos en maquillaje, efectos especiales y dirección de cortometrajes.
En cambio, Courteney Cox atravesó un proceso particularmente sensible. De acuerdo con The Mirror, la actriz había sufrido previamente varios abortos espontáneos antes de lograr finalmente el embarazo de Coco.

En declaraciones a la periodista Marie Claire, para su propio sitio web, Cox expresó el cambio que significó para ella ver a Coco partir a la universidad y cómo experimentó la transición en su relación madre-hija.