La película de la que Robert Redford fue despedido por querer “mejorar” al protagonista: “Él estaba eliminando lo desagradable del personaje”

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El papel de Frank Galvin,El papel de Frank Galvin, un abogado derrotado por el alcohol y la desilusión, no fue del agrado de Redford (Photo by Valery HACHE / AFP)

El mundo del cine despide hoy a Robert Redford, uno de los grandes galanes de Hollywood, actor, director y fundador del festival de Sundance, fallecido el 16 de septiembre de 2025 a los 89 años en su casa de Utah, según confirmó Variety.

Su legado abarca décadas de cine clásico, un Oscar como director por Ordinary People (1980) y el ferviente impulso al cine independiente.

Sin embargo, en la carrera de Redford también hubo papeles que rechazó, entre ellos uno que terminó convirtiéndose en uno de los mayores éxitos de su gran amigo y colega Paul Newman: The Verdict (Será justicia).

The Verdict, estrenada en 1982 y dirigida por Sidney Lumet, fue una adaptación de la novela homónima de Barry Reed.

Paul Newman aceptó el retoPaul Newman aceptó el reto de interpretar a Galvin sin suavizar sus defectos, viendo en ellos la fuerza del personaje (IMBD/20th Century Fox)

El guion, escrito por David Mamet, narraba la historia de Frank Galvin, un abogado de Boston en plena decadencia, alcohólico y desilusionado, que decide aceptar un caso de negligencia médica. Lo que empieza como una oportunidad para obtener dinero fácil se convierte en un proceso de redención personal cuando el protagonista comprende que lo verdaderamente importante es defender la justicia, incluso si eso significa arriesgarlo todo.

El filme fue reconocido por su crudeza y su realismo: desde las primeras escenas, con Galvin bebiendo solo en bares oscuros, hasta la tensión del juicio en los tribunales de Boston. La propuesta arrancaba con un retrato sombrío de un hombre derrotado, lejos de los héroes convencionales de Hollywood.

De acuerdo con los archivos de producción y lo publicado por Far Out Magazine, Robert Redford mostró un gran interés inicial en el proyecto y llegó a obtener una copia del guion.

En esa época, Redford eraEn esa época, Redford era una de las estrellas más taquilleras de la época. (Photo by Screen Archives)

Sin embargo, desde el principio planteó exigencias: quería suavizar el personaje de Frank Galvin, eliminar aspectos negativos como su alcoholismo y su carácter autodestructivo, buscando un papel más cercano a su imagen de galán refinado.

Los productores, Richard Zanuck y David Brown, escucharon sus sugerencias e incluso aceptaron reescrituras. Redford llegó a trabajar con el director James Bridges en nuevas versiones del libreto, cada una más “desinfectada” que la anterior.

Como ninguna de las reescrituras convenció a los productores, Bridges se retiró del proyecto. Luego, Redford busco acercarse discretamente a Sydney Pollack, su colaborador habitual en filmes como Out of Africa y The Electric Horseman, intentando que él se hiciera cargo de la dirección.

La situación tensó la relación con los productores, quienes consideraban que el proyecto se estaba alejando del espíritu original. Finalmente, al no llegar a un acuerdo, Redford fue retirado del filme.

Los productores consideraban que laLos productores consideraban que la imagen pulida de Redford no encajaba con el tono sombrío del personaje (Shutterstock)

Como señaló después el propio Lumet en su libro Making Movies, “él estaba eliminando lo desagradable del personaje, buscando hacerlo más simpático, pero Mamet había escrito a un borracho que se redime enfrentando su propio miedo. Esa era la esencia de la historia”.

Con Redford fuera del proyecto, Sidney Lumet decidió recuperar el guion original de Mamet. Fue entonces cuando los productores ofrecieron el papel a Paul Newman.

A diferencia de su amigo, Newman no temía adentrarse en las aristas más oscuras del personaje. Según recogió Far Out Magazine, Paul “se sintió atraído por los defectos del protagonista” y entendió que la vulnerabilidad y su desgracia eran lo que lo hacían interesante.

La relación entre Redford y Newman había sido una de las más célebres de Hollywood. Juntos protagonizaron Butch Cassidy and the Sundance Kid (1969), donde la química entre ambos se convirtió en un fenómeno cultural, y más tarde volvieron a coincidir en The Sting (1973), ganadora del Oscar a Mejor Película. Aunque nunca volvieron a compartir pantalla, ambos actores mantuvieron una estrecha amistad y solían comentar proyectos entre sí.

La negativa de Redford permitióLa negativa de Redford permitió que su amigo y colega Paul Newman firmara una de las actuaciones más celebradas de su carrera (IMBD/20th Century Fox)

Que Newman tomara el papel que Redford rechazó fue una consecuencia natural de esa dinámica: si uno no lo hacía, el otro podía aprovechar la oportunidad. Y en este caso, la apuesta de Newman resultó histórica.

El filme obtuvo cinco nominaciones al Oscar, incluyendo Mejor Película, Mejor Director, Mejor Guion Adaptado y Mejor Actor para Newman. Aunque no ganó en ninguna categoría, consolidó la reputación del intérprete en personajes más serios, alejado de la simple imagen de galán de ojos azules.

Para muchos críticos, el rechazo de Redford resultó ser una bendición para el proyecto: su perfil elegante habría chocado con el tono sombrío de la historia, mientras que Newman supo encarnar a la perfección a un hombre derrotado que lucha por recuperar la dignidad.

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