Nueva York – El comisionado residente de Puerto Rico en Washington D.C., Pablo José Hernández (demócrata), y el representante republicano de Tennessee, Mark E. Green, enviaron una carta a varias agencias federales para pedirles una explicación sobre el rechazo a la instalación de barcazas para suplir energía ante el déficit de generación que afecta a Puerto Rico.
La misiva, con fecha del 2 de junio, fue dirigida al comandante en funciones de la Guardia Costera (USCG), Kevin Lunday; Lee Zeldin, administrador de la Agencia de Protección Ambiental (EPA); Paul Souza, director de la Región 8 del Servicio de Pesca y Vida Silvestre (FWS); y el presidente del Negociado de Energía de Puerto Rico (NEPR), Edison Avilés Deliz.
En específico, los legisladores le solicitaron a las entidades una “aclaración urgente” sobre la decisión de descalificar de una subasta la instalación de barcazas de generación eléctrica temporera en Puerto Rico.
“Le escribimos para indagar sobre la reciente decisión de rechazar la instalación de barcazas con generación temporera en la costa de Puerto Rico, que había sido propuesta para atender el continuo déficit de generación en la isla. Como saben, la aprobación e implementación de esos proyectos requiere estrecha coordinación entre las agencias federales y locales”, lee parte del documento.
La carta cita un artículo publicado en el periódico local El Nuevo Día con fecha del 9 de mayo en el que se indica que personal de las referidas agencias discutieron el asunto y finalmente decidieron descartar la ubicación de barcazas en las costas de Salinas y Guayanilla.
“Nosotros reconocemos que cualquier proyecto de infraestructura energética debe someterse a una exhaustiva revisión para asegurar el cumplimiento con estándares locales y federales, protocolos de seguridad pública y metas de planificación a largo plazo. Nosotros también entendemos que decisiones de esta naturaleza requieren cuidadosa coordinación entre agencias, especialmente cuando involucran potenciales impactos a las costas”, argumentan en la misiva.
Sin embargo, “dada la urgente necesidad de mejorar la confiabilidad de la red en Puerto Rico, especialmente cuando la región entra en la temporada de huracanes”, los congresistas emplazaron a los representantes de las agencias a contestar una serie de preguntas para entender el proceso de evaluación y la decisión tomada.
Hernández y Green, quien además es el presidente del Comité de Seguridad Interna de la Cámara, pidieron aclarar las preocupaciones que llevaron al descarte de las barcazas y si se revisaron evaluaciones independientes o análisis de riesgo. Además interesan saber qué agencias o partes interesadas fueron consultadas, y cuáles fueron sus hallazgos. También preguntaron si hubo actores privados u otros sectores relevantes que cabildearon en contra del despliegue de las barcazas.
Para el comisionado residente, “el pueblo de Puerto Rico merece transparencia y urgencia cuando se trata de restaurar y proteger su red eléctrica”.
“Dada la crisis energética que vive la isla, los funcionarios federales y locales involucrados en esta decisión deben explicar con claridad por qué se negó una solución de emergencia y qué opciones alternas, si alguna, están siendo consideradas para satisfacer la demanda”, añadió Hernández en el comunicado en el que anunció el envío del documento.
Los legisladores solicitaron a las agencias responder en o antes del 12 de junio.
Las barcazas con unidades de generación estaban destinadas para su utilización en el periodo de mayor demanda durante los meses de verano, para así tratar de evitar nuevos apagones.
El zar de Energía, Josué Colón, había informado que, durante el verano, las unidades generatrices 1 y 2 estarían fuera de servicio, por lo que se necesitarían medios alternos para proveer energía.
La idea de las barcazas para responder a las deficiencias en el sistema fue una de las presentadas en febrero por Genera PR, compañía privada encargada de la generación de energía en Puerto Rico.
Según dijo Colón a medios de prensa en marzo, no sería la primera que se recurriría a este tipo de embarcaciones para los fines de producir electricidad.
“No es la primera vez que eso ocurriera en Puerto Rico. A principios de cuando la AEE se fundó, cuando se estaban construyendo las plantas, específicamente la de San Juan, en aquella época se conectó de un barco allí en el muelle y fue la que produjo la electricidad mientras se construía la Central San Juan”, expresó según citado por NotiCel.
El reporte de El Nuevo Día sobre el descarte de las barcazas indica que la decisión se tomó en respuesta a los riesgos que suponía la operación de estas embarcaciones en plena temporada de huracanes. En lugar de las barcazas, el gobierno deberá seleccionar a dos compañías para la instalación de unidades terrestres que en conjunto generarían 800 megavatios (MW).