Rafael Grossi, director del OIEA, habló de “impactos” en la central nuclear iraní de Fordow y enormes daños en Isfahan y Natanz

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Rafael Mariano Grossi, director generalRafael Mariano Grossi, director general del Organismo Internacional de Energía Atómica (AP foto/Evgeniy Maloletka)

El Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), Rafael Grossi, confirmó este domingo la existencia de “impactos” en la instalación subterránea de Fordow y daños extensos en los complejos nucleares de Isfahán y Natanz, tras los ataques lanzados el sábado por Estados Unidos sobre esas instalaciones nucleares del régimen iraní.

Durante una entrevista con CNN, el diplomático argentino sostuvo que Fordow, unas de las principales instalaciones de enriquecimiento de uranio de Irán, ha sufrido el impacto directo de al menos dos bombas MOP (Massive Ordnance Penetrator, por sus siglas en inglés), utilizadas por primera vez en combate. La infraestructura, ubicada bajo una montaña para obtener protección ante ataques aéreos, ha sido objeto de una ofensiva estadounidense orientada a inutilizar su capacidad operativa.

“Existen claras indicaciones de impactos pero no podemos decir nada sobre el daño que ha provocado en las instalaciones subterráneas”, declaró Grossi, evidenciando que la magnitud real de los daños dentro de los recintos permanecía bajo investigación.

Imágenes satelitales muestran seis impactosImágenes satelitales muestran seis impactos de bombas en la instalación nuclear iraní de Fordow (Maxar)

Las bombas MOP están diseñadas para atravesar capas de blindaje, pero el entorno extremadamente reforzado de Fordow impide hasta el momento una evaluación concluyente.

Sin embargo, el ataque no se limitó únicamente a Fordow.

La instalación de Natanz, la mayor y más conocida planta iraní dedicada al enriquecimiento de uranio, también ha sido objeto de bombardeos norteamericanos. Según Grossi, todas las instalaciones de superficie en Natanz han sido completamente destruidas. Aun cuando la estructura subterránea permanece parcialmente protegida, el director del OIEA reconoció que en los últimos días se han producido cortes eléctricos prolongados que, como consecuencia secundaria de los bombardeos, han dañado severamente los sistemas críticos de la planta ubicada al norte de la provincia de Isfahán.

“En Natanz todas sus instalaciones de superficie han quedado completamente destruidas”, resumió.

La planta de Isfahán, otro foco clave del programa nuclear iraní, fue alcanzada por misiles Tomahawk lanzados por Estados Unidos. De acuerdo con información directa de la agencia nuclear, la instalación se encuentra prácticamente inoperativa tras recibir impactos directos. Grossi fue enfático al señalar que “las instalaciones de Isfahán registraron daños significativos”, aunque la evaluación técnica definitiva podría demorarse varios días, debido a las restricciones de acceso e inseguridad persistente en la zona.

Imagen satelital de la plantaImagen satelital de la planta de Natanz tras los bombardeos de EEUU (Maxar Technologies/Handout via REUTERS)

Las acciones militares recientes marcan un hito en la estrategia internacional frente al programa nuclear iraní. Nunca antes Estados Unidos había empleado en combate bombas MOP, diseñadas específicamente para destruir búnkeres subterráneos de alta protección. El bombardeo masivo representa un incremento notable en la presión sobre Teherán y ha suscitado interrogantes sobre la estabilidad a largo plazo de las instalaciones nucleares en la región.

Grossi subrayó la dificultad de obtener información independiente y fidedigna sobre el alcance real de los daños en el terreno, aludiendo a que el propio OIEA ha enfrentado crecientes obstáculos para acceder a datos proporcionados por el régimen de Irán. Durante los últimos meses, las autoridades iraníes han restringido el flujo de información técnica hacia el organismo dependiente de Naciones Unidas. Esta ausencia de cooperación ha dificultado la supervisión efectiva y ha alimentado sospechas en torno a las actividades nucleares de Teherán.

Pese las dificultades, la agencia que dirige Grossi continúa en comunicación con las autoridades iraníes con el objetivo de acceder a las zonas afectadas y poder evaluar de forma independiente el impacto de los ataques sobre las capacidades nucleares de Irán. El futuro del monitoreo internacional sobre el programa nuclear iraní queda así supeditado al desarrollo de la crisis y al margen de maniobra que las potencias en conflicto otorguen al OIEA en el corto plazo.

Por su parte, este domingo el OIEA confirmó que no se ha registrado, hasta el momento, ningún aumento en los niveles de radiación fuera de las instalaciones nucleares iraníes alcanzados por los misiles estadounidenses.

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