Tres personas murieron y otras tres resultaron heridas, entre ellas una menor de 12 años, durante un ataque armado perpetrado este fin de semana en un partido de fútbol amateur en la parroquia Buenavista, en el cantón Pasaje, provincia de El Oro, al sur de Ecuador y fronteriza con Perú.
Según informó el coronel Pablo Fajardo, citado por medios locales, los agresores llegaron en dos motocicletas y abrieron fuego con revólveres contra las personas presentes. “Una de las víctimas ya había sufrido un atentado el año pasado y estuvo hospitalizada”, detalló Fajardo. Las autoridades no han revelado las identidades de los fallecidos ni han confirmado la motivación del crimen.
El ataque se produjo en un contexto de violencia sostenida que afecta a varias provincias del país. Solo en la última semana, se han registrado múltiples hechos violentos con víctimas mortales, principalmente en zonas costeras como Manabí, Guayas y Esmeraldas.
El martes anterior, un ataque armado en una vivienda del municipio Pichincha, en Manabí, dejó cinco personas muertas. En el domicilio se encontraba una persona bajo arresto domiciliario, custodiada por un agente policial. Las autoridades investigan si el blanco del atentado era el detenido o si se trató de una acción dirigida a varias personas en la vivienda.
Ese hecho ocurrió a menos de un mes de otra masacre en el mismo municipio, donde tres personas fueron asesinadas en un billar por hombres armados que llegaron en motos y vehículos, disparando contra los asistentes.
Dos días antes de aquella matanza, en la localidad rural de El Empalme, en Guayas, un ataque en un bar dejó diecisiete muertos y once heridos. Las víctimas fueron acribilladas por un grupo de atacantes que, según testigos, actuó con precisión y rapidez.
En la misma provincia de Manabí, el mes pasado se hallaron los cuerpos enterrados y en estado de descomposición de cinco jóvenes reportados como desaparecidos. Las investigaciones apuntan a una presunta vinculación con redes criminales locales, aunque aún no se ha confirmado el móvil del crimen.

El país atraviesa un periodo de violencia sin precedentes. Según el Ministerio del Interior, entre enero y junio de 2025 se registraron 4.619 homicidios intencionales, lo que convierte al primer semestre del año en el más violento desde que se tienen registros oficiales. El informe también señala que las provincias de Guayas, Manabí y El Oro concentran una gran parte de los asesinatos, en muchos casos vinculados a disputas entre grupos delictivos organizados.
Frente al deterioro de la seguridad interna, el presidente Daniel Noboa declaró en 2024 un “conflicto armado interno” contra las organizaciones criminales, que desde entonces han sido catalogadas como “terroristas” por el Gobierno. La medida ha implicado la intervención de las Fuerzas Armadas y una serie de operativos en todo el territorio nacional.
Este fin de semana también se reportó un hallazgo macabro en el cantón Arenillas, en la misma provincia de El Oro. Moradores descubrieron un cuerpo decapitado, lo que elevó aún más la preocupación ciudadana. Según cifras citadas por la cadena Ecuavisa, El Oro ha registrado más de 350 muertes violentas en lo que va de 2025.

En Guayaquil, capital de Guayas, un hombre armado que presuntamente había cometido un robo intentó evitar su captura apuntándose con una pistola en la cabeza. La Policía logró reducirlo sin que se registraran disparos. La escena fue grabada por transeúntes y circuló ampliamente en redes sociales.
Por otro lado, en la provincia de Esmeraldas, fronteriza con Colombia, la Policía Nacional realizó un allanamiento que resultó en la detención de seis presuntos miembros del grupo delictivo “Los Gansters”. Entre ellos figura un individuo conocido con el alias de “Mil dólar”, identificado por las autoridades como un objetivo de valor intermedio dentro de la estructura criminal.
La ola de violencia ha intensificado los llamados de organizaciones sociales y comunitarias a que el Gobierno fortalezca las políticas de seguridad y justicia, mientras se multiplican los operativos militares y policiales en las zonas más afectadas.
(Con información de EFE)