Donald Trump y la primera dama, Melania, depositaron este miércoles una corona de flores en la tumba de Isabel II, en la Capilla de San Jorge del castillo de Windsor, como parte de la segunda visita de Estado que el presidente de Estados Unidos realiza al Reino Unido.
Antes de ese acto privado, la pareja apreció una selección de piezas de la Colección Real vinculadas a la historia de EE.UU., entre ellas mapas y documentos de la guerra de Independencia, mostradas por los reyes Carlos III y Camila en el Salón Verde de la residencia real.
“¡Guau!“, dijo el presidente al ver los objetos. “Esto es increíble”, añadió, antes de preguntar a la prensa que le acompaña si se lo estaban “pasando bien”.
Durante el tradicional intercambio de obsequios, Trump entregó al monarca una réplica de la espada que Dwight Eisenhower utilizó en la II Guerra Mundial, mientras que Carlos III le regaló un volumen de cuero conmemorativo del 250 aniversario de la Declaración de Independencia estadounidense y la bandera británica que ondeó en el Palacio de Buckingham el día de su investidura en enero.
La primera dama recibió un cuenco de plata y esmalte elaborado en Irlanda del Norte y un bolso Anya Hindmarch personalizado, y la reina Camila fue obsequiada con un broche floral de Tiffany & Co. de oro, diamantes y rubíes.
Tras la ceremonia en la capilla -en la que un coro interpretó un movimiento del ‘Gloria’ de Vivaldi-, los Trump regresaron al castillo, situado a unos 40 km de Londres, donde continuó la agenda de la visita de Estado.
La jornada se completará con el desfile militar Beating Retreat en la pradera este del castillo, en el que bandas de las Fuerzas Armadas británicas interpretarán marchas y toques de retirada, una tradición que se remonta al siglo XVII.
Posteriormente tendrá lugar el banquete de Estado en el majestuoso St George’s Hall del castillo, donde los reyes ofrecerán una cena de gala en honor de los invitados estadounidenses, con discursos de ambas partes.
Tampoco en la jornada final de su visita, el jueves, se acercará a Londres. En su lugar irá a Chequers, a unos 70 km de la capital, para reunirse con Keir Starmer en la residencia oficial campestre del primer ministro británico.
Pese a su alejamiento de Londres, varias decenas de manifestantes, con pancartas anti Trump y coreando consignas, se concentraron el martes en una calle principal cercana al castillo de Windsor.
Además, el grupo “Led by Donkeys” (“Dirigidos por burros”), que exige responsabilidades a políticos con campañas a menudo humorísticas, logró proyectar imágenes de Trump y el criminal sexual Jeffrey Epstein sobre una torre de Windsor, según imágenes de AFPTV. La policía informó de cuatro arrestos.
(con información de EFE y AFP)